“El barrio del Salado fue el mayor sueño que tuvieron los guayaquileños de antaño, pues en otros tiempos se consideraba un privilegio vivir al pie o cerca del estero Salado. No nos olvidemos de que el mayor ícono del sentimiento guayaquileñista era y es el estero Salado”. Con estas palabras, el gestor cultural Gustavo Rivadeneira resalta la importancia de este sector de larga tradición guayaca, el cual justamente este domingo, 29 de octubre, celebra el duodécimo aniversario de su declaratoria patrimonial, que se hizo efectiva en el 2011.