Hoy en día es complicado para los consumidores poder diferenciar las etiquetas de productos sobre su comportamiento ambiental. Declaratorias sin sustento como “Bueno para el planeta”, “Eco amigable”, “Sostenible” y demás afirmaciones que se estarían haciendo sin el respaldo necesario, caerían en el llamado Lavado Verde o “greenwashing”. Los consumidores estaríamos inducidos a cometer un error debido a la falsa información que se estaría presentando en los productos. Como punto de partida debemos tener claro que las declaratorias del desempeño de las empresas no son declaratorias de los productos, ya que estos podrían tener alto impacto ambiental en el mercado.

Tercero independiente

Debemos saber que las etiquetas ambientales, deben cumplir con ciertos requisitos para que sean aceptadas y puedan comunicar de manera efectiva su desempeño. Las llamadas ecoetiquetas deben abordar los impactos en el ciclo de vida del producto que será otorgada por una tercera parte independiente. Existen ecoetiquetas nacionales y regionales que en la actualidad ya abordan múltiples categorías de productos. Es así como la Alianza Ambiental de América (AAA), dispone de ecoetiquetas que cumplen estos requisitos normativos. El Ecuador, al ser parte de la AAA se encuentra desarrollando mediante el proyecto EcoAdvance el mecanismo que permita acceder de manera local y con reconocimiento mutuo a este tipo de verificaciones.

El Proyecto EcoAdvance tiene como objetivo aumentar el uso de la contratación pública sostenible (SPP) y las ecoetiquetas de tipo 1 como herramientas para mejorar la mitigación del cambio climático, la biodiversidad y la protección de los recursos, a través de ecoetiquetas ambiciosas, la mejora de los marcos políticos y jurídicos, un mayor compromiso del sector privado, así como el intercambio regional y mundial. Se busca avanzar hacia patrones de consumo y producción más sostenibles que contribuyen a mitigar el cambio climático, proteger la biodiversidad y conservar los recursos en América latina y el Caribe.

Evidencias para el consumidor

Si bien el ecoetiquetado es voluntario para las empresas que busquen comunicar su sostenibilidad, el obtenerlo trae consigo beneficios, específicamente para mercados en los cuales existen regulaciones sobre la reducción del “greenwashing” o declaraciones ambientales sin sustento. Es así que la Unión Europea en marzo del 2023, adoptó medidas clave para garantizar que los consumidores reciban información ambiental fiable, comparable y verificable sobre los productos. La propuesta incluye criterios claros sobre la forma en que las empresas deben demostrar sus declaraciones y etiquetas ambientales, requisitos para que estas declaraciones y etiquetas sean comprobadas por un verificador independiente y acreditado y nuevas normas sobre la gobernanza de los sistemas de etiquetado medioambiental para garantizar que sean sólidos, transparentes y fiables. La propuesta se centra en las declaraciones explícitas que las empresas hacen de forma voluntaria a los consumidores, que se refieren a los impactos, aspectos o resultados ambientales de un producto o del propio comerciante y que actualmente no están cubiertas por regulaciones.

Las ecoetiquetas buscan estimular la mejora del desempeño del mercado en cuanto el impacto ambiental que se produce actualmente. La evolución del comportamiento de los consumidores está cambiando aceleradamente, así también deberá ajustarse las regulaciones y normativa que protegen los intereses del sector del consumo, promoviendo a las empresas que ya están trabajando para que su producto sea sostenible y de bajo impacto ambiental. Todas las demás organizaciones que identifiquen la necesidad de hacerlo para no perder la oportunidad de exportar sus productos a la región y a otros continentes que en la actualidad disponen de exigencias en este sentido podrán encontrar en este mecanismo la oportunidad de elevar la sostenibilidad de su producción.

Si bien el ecoetiquetado es voluntario, el obtenerlo trae consigo beneficios, específicamente para mercados con regulaciones sobre la reducción del “greenwashing” o declaraciones ambientales sin sustento. En marzo de 2023 la Unión Europea en marzo del 2023, adoptó medidas clave para garantizar que los consumidores reciban información ambiental fiable, comparable y verificable sobre los productos.

>> Andrés Sarzosa Terán, Coordinador Ambiente y Desarrollo CERES

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