Tengo 18 años y me voy a casar; el problema es que mi mamá no lo sabe. Ella no lo va a aceptar, ya que ella me paga los estudios. Tengo miedo de decepcionarla y hacer que gaste dinero en vano, y yo después casarme e irme a otra ciudad y dejar mis estudios temporalmente. Siento que soy malagradecida, pues ella se esfuerza trabajando para darme lo mejor, pero yo ya quiero formar un hogar y estoy segura de eso. ¿Qué hago para no sentirme así?

N. N.

Estimada lectora, respecto a su consulta, al tomar una decisión de adultos es fundamental que tenga en consideración algunos cuestionamientos:

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  • ¿Con qué presupuesto cuenta para empezar su vida junto a su futuro esposo?
  • ¿Cuál es su plan de vida con respecto a la parte profesional?

Al cumplir la mayoría de edad se presupone que tiene capacidad plena de obrar, salvo que se dé algún tipo de incapacidad legal. A partir de esa mayoría de edad se adquieren obligaciones y responsabilidades, pero también mayores privilegios y derechos; aplicados estos en la práctica en su vida como adulto, ¿cómo los visualiza?

También es fundamental que usted con su pareja conversen y lleguen a acuerdos sobre el plan de vida que quieren trazar juntos, ya que casarse les da autonomía como pareja, pero hay que tener presente que las relaciones hay que cuidarlas y refrescarlas para mantener la pasión igual de viva que el primer día. Hágale saber qué sueños quiere cumplir en su vida y usted pregunte cuáles son los sueños de él, para así juntos forjar una vida en la que el amor sea un ganar-ganar día a día.

María Luisa Tapia Rivadeneira, psicóloga clínica

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Teléfono: 099-224-4480

Instagram: @psic.malumotivacional