Tengo 37 años, casada, sin hijos y sin planes de tenerlos. No tomo anticonceptivos, usamos el método del ritmo y hasta ahora no hemos tenido alguna sorpresa.
En septiembre del año pasado fui al médico por un dolor que me presionaba en el vientre bajo y no me dejaba pasar mucho tiempo sentada. Después de dos ecos (abdominal e intravaginal) descubrí que tengo cinco miomas de entre 2 y 3 cm cúbicos de tamaño cada uno.
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Nunca he tenido los síntomas que se describen para esta condición: mi periodo, de cinco a seis días, ha sido regular al menos en los últimos diez años, no tengo sangrado abundante, no tengo cólicos desde hace cinco años. Nunca he sentido un dolor postrante.
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Sí he notado que, cuando me llega la regla, el vientre se me hincha y puedo sentir como un globito, me dijeron que es el útero, que se ha sobredimensionado. También siento presión en el abdomen hasta la espalda baja. Las opciones médicas que recibí de dos ginecólogas diferentes:
- Tratamiento hormonal, que en su duración (un año) me hará vivir en menopausia. Pero que no garantiza que los miomas no se reproduzcan o dejen de crecer después del tratamiento.
- Operación para quitar los miomas. Con la misma advertencia de la opción anterior.
- Remover el útero.
- No hacer nada, porque puede que crezcan, como que no. Pero no hay cómo saberlo.
Ninguna respuesta suena certera. Y, para mi edad, la histerectomía me parece una medida excesiva.
N. N.
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Respuesta 1:
Debe saber que los miomas o leimiomas uterinos son tumores que se originan en el músculo liso del útero. En el 25 % de las mujeres de más de 35 años se hallan miomas y esta alta prevalencia indica que no todas las mujeres con miomas deben ser sometidas a cirugía.
En este caso en particular, que fue un hallazgo de cinco miomas de 2 a 3 cm, ya que no ha presentado cuadros de hemorragia uterina ni cólicos, esto explicaría que estos miomas están en el músculo (intramurales) o alguno de ellos es subseroso.
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Por lo tanto, ni por el tamaño ni por la localización va a tener síntomas. El dolor en la parte baja de la espalda seguramente fue más postural, por las horas de trabajo.
Las mujeres que son candidatas a miomectomía son las que presentan hemorragias excesivas, anemias, las que tienen síntomas de compresión y cansancio por una gran masa uterina y en algunas mujeres estériles cuyos miomas distorsionan la cavidad uterina, que no es el caso de esta paciente.
El plan a seguir para esta paciente es controlar el crecimiento de estos miomas en actitud conservadora, pero monitoreando para evitar que comprima estructuras vecinas importantes como recto y vejiga.
Y como consejo, si desea formar familia, tratar de hacerlo en el lapso de uno a dos años, para evitar mayores complicaciones, tanto por el lado materno como por el futuro de su bebé.
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Espero haber podido ayudarla. Atentamente,
Dra. Melba Torres Córdova, ginecólogo-obstetra.
Teléfono: 098-840-6937
Respuesta 2:
Hoy, el manejo de los miomas tiene más opciones terapéuticas que el quirófano. Elegir cuál será el tratamiento a seguir depende de los síntomas que presenta la paciente, que en su caso no está francamente sintomática.
También dependería de los deseos de fertilidad de la paciente, ya que en este caso, preservar el útero es lo fundamental. Existen tratamientos como el Esmya (acetato de ulipristal), que logra reducir el tamaño de los miomas sin la necesidad de entrar a un quirófano, y prácticamente manteniéndose esta reducción aun después de suspender la medicación.
También está Ryeqo, que es un medicamento aprobado en la Unión Europea para tratar miomas uterinos y endometriosis, y que ya está disponible en Ecuador. Ryeqo contiene relugolix, un antagonista de la GnRH que reduce la producción de estrógeno y progesterona, que son las hormonas que estimulan el crecimiento de los miomas, y a su vez también contiene estradiol, que compensa los efectos secundarios que presentarían por la deficiencia hormonal (calorones, vaporones, disminución de la libido).
Como opción quirúrgica también se cuenta con la embolización de los miomas. Este procedimiento se basa en generar una onda de calor dentro del mioma, logrando así la reducción del tamaño con posible desaparición, dependiendo del tamaño inicial, y por último, está la miomectomía, que es retirar los miomas solamente, sin sacar el útero.