Los príncipes Guillermo y Enrique son los responsables de que el icónico vestido de novia de su madre, la princesa Diana de Gales, sea la pieza central de la exhibición Royal Style in the Making, ya que ambos tomaron la decisión de prestarlo temporalmente a esta muestra en Londres que reúne varios de los vestidos que han usado los miembros de la realeza británica durante el siglo XX.