Hay una variedad de razones por las cuales las familias recurren a las niñeras, con el propósito de que les ayuden a cuidar a los niños en su hogar: por la actividad laboral a tiempo completo, porque requieren asistencia en casa, porque hay un viaje, por motivos de salud, o porque deben ausentarse en la noche.
“Los hijos son una responsabilidad muy grande que implica una programación para su cuidado totalmente diferente, dependiendo del tiempo que tienen los padres y la edad que tienen los niños”, recalca la psicóloga clínica Carolina Peñafiel Torres. “La niñera puede cubrir espacios de tiempo en que los padres, por situaciones laborales, no están siendo los ojos de ellos y descargando carga operativa”, enfatiza la también docente de la carrera de psicología de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil.
Por eso, argumenta la entrevistada, se debe hablar de calidad de tiempo más que de cantidad. Los padres, independientemente de llegar tarde y cansados a casa, deben dedicar la calidad de tiempo que a una niñera no le compete proveer.
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Cuáles son los roles de las niñeras en una familia
“Debemos dejar bien claro que ella puede tener roles, mas la responsabilidad (de la crianza) es 100% de los padres. No podemos poner la carga en una persona completamente ajena al sistema familiar”, aclara Peñafiel sobre el papel de las niñeras dentro de una familia.
Entre los roles de las niñeras, entendiéndose como tareas que deben cumplirse bajo una detallada supervisión, dice la especialista, están:
- Impartir actividades diferenciadas, de acuerdo con la edad y necesidades de los niños del núcleo familiar. “Un niño de meses y hasta 1 o 2 años son más fáciles de manejar, porque no exigen actividades lúdicas, aunque lo ideal es que se lo pueda estimular desde muy pequeño, para que vaya desarrollando sus habilidades”, ilustra Peñafiel e informa que se debe evitar mantener distraído al niño con pantallas. Hay que darle atención al 100%, mientras se mantenga despierto.
- La alimentación de igual forma es variada según las edades. “La niñera puede estar a cargo de hacer y darle de comer al niño pequeño, pero la responsabilidad de dirigir qué debe comer, qué porciones y la frecuencia es de los padres”.
- La limpieza. Muchas veces esta acción suele ser, e incluso debería ser, responsabilidad de los padres, dado que se considera un momento de compartir y vincularse con su hijo. “Los niños generan confianza al momento del baño, porque es un espacio donde podemos calmar y jugar con ellos, hablarles y contarles cosas. De ser algo que como padre no pueda hacerlo las niñeras pueden tomar la posta, pero el control de cómo y con qué accesorios se llevarán a cabo es responsabilidad de los padres”, sostiene la psicóloga.
- La niñera puede ser de ayuda para momento puntuales en citas médicas, como el pediatra, reuniones sociales y otras. Todas, resalta Peñafiel, son neta responsabilidad de los progenitores.
- En niños más grandes, puede acompañar en las tareas. Una vez más, la responsabilidad de supervisar que se hizo lo correcto o no está sobre los padres.
A decir de la psicóloga Peñafiel, estas acciones son las más importantes, aunque podría haber muchas más las que se podrían mencionar siempre en un trabajo en conjunto y bajo supervisión.
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Cómo encontrar a una niñera que se adapte a una familia
Lo ideal es primero identificar las necesidades de la familia y por qué necesita los servicios de una niñera. Generalmente, muchos padres se valen de referencias de conocidos y otros parientes en la búsqueda de una niñera; otros acuden a las agencias de niñeras, un servicio que al parecer está creciendo en Ecuador.
“Si bien el contratar una niñera a veces es algo urgente, no podemos dejar de lado una entrevista profunda y referencias de trabajos anteriores. De esta forma podemos respaldar qué tipo de persona entrará a la casa y compartirá con los niños”, expresa la psicóloga Carolina Peñafiel.
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De ser posible, añade, ante la tarea tan importante del cuidado de los niños, lo ideal sería que se evalúe los aspectos psicológicos y psicopatológicos de la candidata, para saber si este cuidado lo dejamos en manos de una persona mentalmente sana.
“Otro aspecto importante es no contratar a una persona bajo engaños, al decirle en la entrevista que hará algo, pero en la práctica la cargamos de un sinnúmero más de cosas por hacer. Esto genera malestar y por ende el trabajo más importante, que es el cuidado de los niños, se ve descuidado o incluso es percibido de mala manera”, destaca la experta.
Contratar niñera a través de una agencia
Un servicio en ascenso en Ecuador es el las agencias de niñeras. Un ejemplo es la empresa Nannys Home, con presencia en Quito, Guayaquil y Cuenca, y 17 años de experiencia. Este servicio se enfoca en familias de nivel socioeconómico medio y alto, especialmente extranjeras en mayor medida y también ecuatorianas. Sus nannies trabajan a tiempo completo o por horas, según los requerimientos de las familias, con hijos hasta 6 años de edad.
Andrea Puedmag, su representante legal, ilustra el proceso de selección de las candidatas, el cual refleja una serie de pasos a seguir con tal de garantizar el mejor personal posible para este tipo de trabajo. Todo empieza con la revisión de las hojas de vida, donde se destacan las experiencias y sus antecedentes. Todo debe ser comprobable, así como sus referencias. “Su hoja de vida debe ser intachable, porque van a cuidar a niños, es algo que nos importa porque también somos madres”, detalla Puedmag, psicóloga clínica con especialización en Dirección de Recursos Humanos.
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Una vez que pasan este primer filtro, la agencia entrevista y evalúa a la interesada, hay pruebas psicológicas, incluso de conocimientos. Incluso puede aplicarse un estudio de grafología, de ser necesario, “para ver si coincide la escritura con su personalidad de ella, con toda la información vamos atando cabos”. Puedmag dice que es vital cerciorarse del estado emocional de la futura niñera, de ahí la importancia de estas evaluaciones.
Por medio de la empresa, las aspirantes acceden a capacitaciones de distintos temas, que abarcan desde estimulación temprana, terapia de lenguaje, primeros auxilios, nutrición. “Es una obligación y política de Nannys Home que todas las niñeras tienen que pasar por un proceso de capacitación”, recalca Puedmag sobre sus candidatas que van desde los 22 años.
En la selección de niñeras, puntualiza la entrevistada, es vital percibir la vocación por este oficio y una forma de notarlo es con su trato dulce y paciente y, por supuesto, la afinidad que pueda tener con los niños. Esas son buenas señales en el camino a escoger una buena niñera.
Rasgos de una mala niñera
Durante la entrevista con la potencial niñera, la psicóloga Andrea Puedmag pone especial atención a cómo se conduce la candidata y su trato. Si nota algo brusco, o si vanagloria su experiencia, o no puede comprobar lo que afirma en su hoja de vida, lo más probable es que esa persona no sea la adecuada para este trabajo. “Siempre se los aconseja las familias revisar minuciosamente (la información de las aspirantes), indagar todo lo que puedan, si se pueden asesorar con alguien de esta persona, pues muchísimo mejor”, resalta Puedmag.
Una vez que escogió a una niñera, esté atento a conductas que ocurren de forma repentina en los niños, como los cambios de humor, temores repentinos, fobias, enuresis (incontinencia urinaria), encopresis (defecación involuntaria), comerse las uñas, entre otras. Estas son señales de alerta de un posible maltrato, venga de niñeras o de otra persona que ha estado en contacto con el menor, indica Caolina Peñafiel. Otra señal es que el niño evite el apego hacia la niñera y llorar cada vez que se va a quedar solo con ella, dice.
También es motivo de preocupación la pérdida repentina de peso o un aumento exagerado, así como dificultades en la alimentación. “Puede ser que no se lo esté alimentando de forma correcta o que esta pasando malos momentos a la hora de la comida. Esta parte es de suma importancia. Es común tener dificultades al momento de introducir los alimentos a los niños, esto requiere mucha dedicación y paciencia para que se consolide adecuadamente”.
Además no solo debemos centrarnos en aspectos aparentemente negativos. “Se debe tener en cuenta que la sobreprotección o excesiva complacencia también son aspectos inadecuados, ya que hacen a niños caprichosos, enojones, egoístas e inmediatistas. Se acostumbran a que se les de lo que ellos quieran y al momento que ellos quieran, y muchas veces, para evitar problemas, las niñeras pueden ser complacientes, situación que debe ser controlada por los padres para evitarlo”. (F)
