Un nuevo informe de la Unesco y de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, Ciencia y Cultura (OEI) concluyó que enseñar liderazgo en las escuelas es clave para fortalecer la democracia en el continente.
Así lo asegura el informe titulado América Latina: liderar para la democracia, que se presentó el 24 de abril en Bogotá, en un evento al que asistieron ministros y viceministros de Educación de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, Paraguay y Ecuador, representado por José Flores.
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El informe de 58 páginas, elaborado por la Unesco, está publicado en la web de la OEI. “Solo tres países de la región promueven el liderazgo distribuido o enfoques similares en los programas de formación de líderes escolares”, establece el documento, que pone el foco en el liderazgo impartido en las escuelas como una forma activa de educación cívica.
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En el documento se habla de liderazgo distribuido o democrático, que no tiene que ver con el concepto del liderazgo heroico, solitario, excepcional, el que vemos en el cine y en las pequeñas pantallas. “El concepto de liderazgo distribuido (...) desplaza el enfoque de los actos individuales a la dinámica de la interacción social en las escuelas. Reconoce que el éxito escolar depende de las relaciones de colaboración y de las responsabilidades compartidas”.
Esto empieza por los profesores. Dos de cada tres directores de centros en América Latina afirman que promueven la colaboración entre profesores, reporta la OEI. “Un solo líder no puede reunir todas las competencias necesarias. Los directores deben delegar en sus equipos funciones de liderazgo y poderes de decisión, fomentando un entorno de confianza, inclusión e innovación”.
¿Y cómo se ve el liderazgo en la comunidad educativa? En estructuras participativas como equipos directivos, colectivos de profesores, consejos comunitarios y gobiernos estudiantiles, así como en la participación de los padres en la toma de decisiones a nivel escolar. “Aunque no es sinónimo de liderazgo democrático, el liderazgo distribuido contribuye significativamente a prácticas y valores democráticos, una consideración vital en la región”.
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El juego, la lectura y los programas extracurriculares
Miguel Egas, educador y gerente general de Logos Academy, en Guayaquil, ve el liderazgo como una competencia que se desarrolla desde la infancia, gracias a los padres, cuando estos permiten a sus hijos dar los primeros pasos de autonomía y seguridad.
“Es decir, un niño pequeño que llega a la escuela y es capaz de despedirse de su papá y su mamá y caminar solo hasta su aula está desarrollando sus primeros hábitos de autonomía, de seguridad y de liderazgo”. Esta es la antesala. Ya dentro del aula, donde lo espera un entorno al principio desconocido, encontrará otras herramientas.
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Entre las más importantes están el juego y los roles. “Los niños aprenden jugando. Desarrollan habilidades colaborativas, resolución de conflictos. Tienen que convencer al amiguito de que juegue con ellos, y a veces no están de acuerdo, pero puede persuadirlo: ‘Yo juego un ratito a lo que tú quieres y luego tú juegas un ratito a lo que yo quiero, ¿qué te parece?‘. Ahí estamos desarrollando liderazgo. Son las primeras señales”.
A menudo, los adultos relacionamos liderazgo con administración, gobierno, estelaridad o visibilidad. “El liderazgo va mucho más allá, radica en ser empático. Un liderazgo responsable e inclusivo considera a todo el entorno, y para eso el estudiante necesita desarrollar la escucha activa, entender que vive en una comunidad y que las decisiones que va a tomar tienen un impacto no solamente en él, sino en todos”.
En la primaria los niños comienzan a trabajar por proyectos. Toman decisiones, planifican, distribuyen los roles. “En un grupo, no solamente el que expone tiene una posición de liderazgo. Hay estudiantes que son buenos en la investigación y la recabación de datos; otro es muy creativo, otro es un gran orador y tiene grandes habilidades sociales. Buscamos oportunidades para que los estudiantes puedan desarrollar su liderazgo acorde con sus intereses”.
Egas expresa que hay tres aspectos importantes en la enseñanza del liderazgo en los colegios. El currículo, que tiene que contener de manera intencional el desarrollo de estas habilidades a través del programa de estudio.
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Luego está la vida escolar. ¿Hay oportunidades de opinión para los estudiantes? ¿Qué tan participativo es ese colegio? ¿Implementa mejoras escuchando la voz de los estudiantes?
Se agrega el desarrollo de actividades extracurriculares. “Es la oportunidad de que encuentren sus intereses”. El que es deportista puede ocupar una posición de liderazgo en un equipo. Al que le interesa el arte puede tener en su área un rol de protagonismo. El que es bueno en la robótica lo puede encontrar en un club de esta ciencia. “Nuestra misión es que todos los estudiantes encuentren una actividad en la que puedan brillar; no únicamente el que es muy buen estudiante o el que tiene una personalidad extrovertida”. Hay tantos liderazgos como inteligencias.
Pero hay un elemento más que el docente destaca: la lectura. “El cuento es el eje central de lo que el niño va a aprender y de los roles que va a jugar. Esa lectura, por lo general, tiene un mensaje, tiene unos personajes, tiene una intención. Y luego viene el rol del maestro y de la escuela, que es integrar a través de la historia todo el aprendizaje que viene alrededor”.
La lectura, indica Egas, sigue siendo hasta el día de hoy “la herramienta más potente en la educación de los seres humanos. Nada la ha reemplazado, ni la inteligencia artificial ni ninguna tecnología. Es lo que hace que todos los aprendizajes que vienen acompañados tengan sentido para el niño y estén conectados.
¿Cómo manejar los ambientes? Con libertad. “Totalmente prohibido que el niño se quede en un aula todo el día. Eso es una guardería. El niño tiene que salir, el aprendizaje tiene que ser dinámico, tiene que variar, tiene que rotar entre espacios diseñados dentro del colegio y otros espacios libres donde pueda correr, jugar libremente”. Pues en el tiempo libre ellos ponen en práctica sus habilidades del liderazgo: escogen el juego, lideran a sus compañeros, tienen conflictos, se ponen de acuerdo.
“Esto me lleva a un punto importantísimo, y es el desarrollo de la inteligencia emocional, que hoy tiene que estar en los programas de estudios de los colegios. La inteligencia emocional nos hace líderes más empáticos. Una persona que no tiene inteligencia emocional o no la ha podido desarrollar no puede ser líder de su propia vida.
Es presa de sus emociones, de las circunstancias y, con mucha pena, hoy vemos que hay índices de ansiedad y depresión muy altos en los jóvenes”.
Recomendaciones: el Programa Ruler, de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, un enfoque basado en la evidencia para el aprendizaje socioemocional. “Llega un momento, en Logos lo tenemos desde hace tres años, en que los estudiantes lideran campañas donde las emociones ocupan un lugar muy importante. Este año se llama Tus Emociones Me Importan. Eso genera una comunidad escolar solidaria, empática, bajan los niveles de indisciplina. Hay que comenzar por allí”.
El liderazgo es, además, una cuestión de ética. “Los colegios somos responsables de generar liderazgos éticos, personas éticas. Una forma muy poderosa y fundamental en países como el nuestro, es un liderazgo con responsabilidad social”. Todo proyecto del colegio que brinde a sus estudiantes oportunidades de salir e involucrarse en actividades con responsabilidad social crea líderes inclusivos”.
Pues el liderazgo, en su forma más pura, es una vocación de servicio y tiene que ser inclusivo. “No puedo liderar para un grupo pequeño de personas. Debe tratar de considerar a todos”. Aquí, Egas piensa en el Modelo de las Naciones Unidas (MUN), una simulación o representación del sistema de Naciones Unidas, un ejercicio de investigación, acuerdo y consenso. “Es lo más poderoso que tiene un liderazgo. Yo puedo debatir y defender mis argumentos como un profesional, pero si no tengo capacidad de llegar a acuerdos y consensos, no puedo hablar de un liderazgo”.
¿Qué hay del gobierno estudiantil? “No lo tenemos que hacer porque sea una ley, son espacios verdaderamente democráticos donde hay mucha riqueza para desarrollar liderazgo, pero hay que saber dar los proyectos a los muchachos”. Que organicen las olimpiadas del colegio. Que desarrollen proyectos de actividades extracurriculares. Que creen clubes. Que lideren. (F)