La crianza compartida, también conocida como coparentalidad (coparenting), es un modelo en el que ambos padres comparten la responsabilidad de cuidar y educar a sus hijos después de una separación o divorcio. Este enfoque fomenta la colaboración, comunicación y respeto mutuo entre los padres, y prioriza el bienestar emocional y desarrollo saludable de los niños.

Esta es una práctica cada vez más común entre padres y madres de las últimas generaciones, implica crear espacios compartidos para asumir de manera equitativa la responsabilidad de cuidado, incluyendo actividades domésticas, financieras y, sobre todo, la crianza psicoemocional de los hijos, destaca Víctor Maldonado, psicólogo especialista en comportamiento humano.

Este enfoque no solo garantiza que ambos progenitores tengan una participación activa en la vida diaria de sus hijos, sino que también les brinda la misma oportunidad de presenciar los momentos especiales de crecimiento y desarrollo, lo que fortalece los lazos familiares. Además, permite que tanto padres como madres puedan perseguir sus carreras profesionales sin sentir el peso de la responsabilidad de la educación únicamente sobre sus hombros.

Según el experto, se ha demostrado que a nivel global “los padres están más activos y comprometidos en el cuidado de sus hijos en comparación con generaciones anteriores”. Así a

seguran la oportunidad de mantener una relación cercana y significativa con ambos padres, al promover un sentido de estabilidad y seguridad. Además, permite a los padres compartir equitativamente las responsabilidades cotidianas y decisiones importantes relacionadas con la crianza.

Es importante que los padres practiquen la flexibilidad, el compromiso y el trabajo en equipo para que la crianza compartida sea exitosa. Esto implica dejar de lado diferencias personales y priorizar el interés superior de los hijos. Con una comunicación abierta y una actitud colaborativa, esta práctica puede ser una experiencia enriquecedora y beneficiosa para todos los involucrados.

Es común que existan diferencias entre parejas separadas, pero es preferible evitar expresarlas delante de los hijos”.

Víctor Maldonado, Psicólogo especialista en comportamiento humano

Es fundamental establecer una comunicación basada en la confianza, con la que se lleguen a acuerdos que beneficien a todas las partes involucradas.¿Cómo mantener la relación con un padre ausente por diversas razones?

Cuando uno de los padres no está presente debido a que vive en otro país o por otras circunstancias, es posible fomentar la coparentalidad compartiendo toda la información relevante sobre el hijo, ya sea a través de llamadas telefónicas, videollamadas, correo electrónico u otras formas de comunicación facilitadas por la tecnología actual.

¿Cómo mantener la relación con un padre ausente por diversas razones?

Cuando uno de los padres no está presente debido a que vive en otro país o por otras circunstancias, es posible fomentar la coparentalidad compartiendo toda la información relevante sobre el hijo, ya sea a través de llamadas telefónicas, videollamadas, correo electrónico u otras formas de comunicación facilitadas por la tecnología actual.

Estas estrategias favorecen una crianza compartida de calidad:

• Mantener una comunicación efectiva y madura.

• Organizarse en equipo para abordar las responsabilidades.

• Fomentar el respeto y fortalecer el vínculo familiar.

• Delegar las actividades de manera equitativa entre ambos padres.

• Establecer principios y límites claros.

• Brindar apoyo psicoemocional constante.

• Gestionar eficazmente el tiempo para optimizar la crianza.

Desafíos de la coparentalidad

  1. Llegar a acuerdos sobre las responsabilidades se vuelve un desafío importante, especialmente cuando ambos miembros de la pareja trabajan y tienen cargas laborales diferenciadas o más demandantes.
  2. La gestión eficaz del tiempo y las responsabilidades pueden generar tensiones y discrepancias significativas en la relación
  3. Romper con los patrones arraigados de crianza, donde persiste la expectativa de que la mujer debe asumir la mayor parte de las responsabilidades, es un proceso necesario para construir una enseñanza más equitativa y colaborativa, incluso en contextos como Ecuador.

El experto responde

Coparenting ¿Cuál es su importancia?

“El coparenting es un espacio colaborativo entre los padres para asumir de manera equitativa la responsabilidad de la crianza. La responsabilidad psicoemocional de un niño o niña recae tanto en la madre como en el padre, quienes enfrentan el importante desafío de fortalecer su autoestima, fundamental en su desarrollo.

Es crucial que los padres reconozcan que la salud psicoemocional se moldea entre los dos y siete años, período en el que pueden influir positivamente en la seguridad y confianza de sus hijos, o en casos negativos, generar traumas.

Por ello, es esencial que los hijos perciban una relación de respeto, apoyo, colaboración y compromiso entre sus padres, ya que estos valores son fundamentales para su desarrollo social y un buen desempeño en la vida adulta”.

Víctor Maldonado, psicólogo especialista en comportamiento humano