El cáncer es la segunda causa de muerte en Ecuador, sin embargo, los esfuerzos por enfrentar la pandemia de coronavirus han dejado a más de 700 pacientes sin tratamiento o este se ha visto interrumpido, lo que provoca que aumente la mortalidad.

Así lo advierte Diego Jimbo, presidente de Acuerdo contra el Cáncer, organización que promueve la creación de un espacio de capacitación para personal médico. La iniciativa, que será lanzada el próximo 18 de febrero, se construye junto con la Corporación Ecuatoriana de la Investigación y la Academia (Cedia).

“El cáncer está matando más que el coronavirus, pero obviamente están enfocados los esfuerzos al coronavirus y se ha descuidado totalmente al cáncer, que es la segunda causa de muerte en el Ecuador; ha aumentado la mortalidad en los pacientes que tienen problemas en diagnósticos, cirugías, tratamientos. Es grave la situación”, comenta Jimbo en entrevista con EL UNIVERSO.

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Un estudio realizado en octubre pasado a más de 700 pacientes con cáncer en 16 provincias determinó que la mitad tuvo interrupción de su tratamiento. De esas, cuatro de cada diez no pudieron retomar la atención médica. “Si existe un rechazo, un corte en el tratamiento, hay problemas graves”, advierte el activista.

Él explica que si una persona no recibe una cirugía, quimioterapia o radioterapia en cuatro semanas, aumenta la mortalidad, sobre todo si es cáncer de seno; si se retrasa ocho semanas, el riesgo de muerte crece 17%; doce semanas, 26%. En Ecuador hay casos de hasta ocho meses o más que las personas con cáncer no acceden a atención médica. “Ahí está lo verdaderamente grave”, insiste.

Por eso, estas organizaciones promueven la Clínica Integral del Cáncer, cuyo lanzamiento será el próximo jueves 18. Será un espacio virtual para capacitar a profesionales de la salud de primer nivel, con profesionales oncólogos, “para intentar disminuir los tiempos de detección” de la enfermedad.

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La meta, sostiene Jimbo, es salvar la vida de al menos 100.000 personas en diez años.

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En este espacio virtual no se atenderá a pacientes como tal sino que se busca que el personal médico presente casos para ser tratados entre especialistas, encontrar soluciones rápidas y tratamientos, y así disminuir el tiempo de detección del cáncer.

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“Queremos que los profesionales de la salud rural, los médicos de los lugares más alejados, tengan casos de estos pacientes, y los oncólogos les ayuden a resolver estos casos para disminuir los tiempos de diagnóstico”, insiste Jimbo.

“Si nosotros hacemos una consulta a un paciente, solo están el paciente, el oncólogo y el médico, y aprenderá solo un médico y se beneficiará a un paciente, pero en la modalidad que estamos haciendo no es la atención directa al paciente, es la capacitación a los profesionales de la salud y ellos no atienden a uno sino a muchos pacientes, y estos profesionales podrán replicar nuestro proceso”, añade. (I)