Una investigación elaborada por el Colegio de Medicina de la Universidad Estatal de Florida señala que el peso corporal y el aumento de peso, está relacionado con ciertos cambios en los rasgos de la personalidad.

En el estudio, publicado en la revista Psychological Science, las personas que presentan un aumento de peso son más tendientes a ceder ante los antojos y a su vez, tienden a ser más reflexivas.

Los investigadores realizaron pruebas a alrededor de 2 mil personas, y observaron que luego de un aumento del 10% del peso corporal, algunos participantes mostraron mayor impulsividad, lo que muestra una relación estrecha entre los cambios fisiológicos y los psicológicos.

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Lo que resulta en que este tipo de personas impulsivas tienden a comer más en las fiestas, y pueden sufrir más problemas de salud. Mientras que aquellas personas que son más conscientes, también son capaces de mantener una rutina de ejercicio.

“El peso puede ser un problema tan emocional, pensamos que el aumento de peso puede dar lugar a cambios a largo plazo en el funcionamiento psicológico”, explica Angelina Sutin, coautora del estudio e investigadora de la Universidad.

Obstáculos para perder peso

Entre tanto, en una actualización del estudio ‘Diet Types’ de 2017, investigadores de la agencia científica nacional de Australia CSIRO, estudiaron a más de 245.000 personas para indagar en las características emocionales y de comportamiento.

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Estas características, en 2021 podrían estar ayudando u obstaculizando los esfuerzos de la población para adelgazar, destaca la agencia EFE.

El estudio identificó 325 posibles combinaciones de las personalidad relacionadas con la dieta, incluidas dos nuevas híbridas.

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Estas combinan una actitud ‘luchadora’ con una actitud ‘complaciente y que representan a alrededor del 20 % de las personas que siguen un régimen para perder peso.

La investigadora Emily Brindal Esta científica espera que la información obtenida mediante este estudio sirva para ayudar a las personas a cuidar su salud, aprovechando sus fortalezas individuales y, al mismo tiempo, con un mejor control sobre aquellos aspectos ‘débiles” de su personalidad. (I)