La hinchazón y la inflamación abdominal pueden confundirse; no obstante, son dos cosas diferentes.

El portal Diet y Nutri explica que una no tiene nada que ver con la otra, ya que la primera (aunque es muy molesta) es temporal, mientras que la segunda es más difícil de tratar y resolver.

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Tanto la inflamación como la hinchazón pueden ser molestas | Foto: Archivo

¿Cuál es la diferencia entre inflamación e hinchazón?

La hinchazón

La farmacéutica y divulgadora científica Marián García explica que la hinchazón es “estar lleno de gases” como resultado de haber comido algunos alimentos que favorecen la acumulación de gases, tragar demasiado aire, tener alguna intolerancia alimenticia o el estreñimiento,

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Asimismo, la especialista aclaró al portal Saber Vivir que lo más importante para prevenir este problema es evitar los causantes mencionados con anterioridad. Sin embargo, hay otros remedios como hacer ejercicio físico que ayuden a mover los gases rápidamente, hacerse un automasaje abdominal o tomar infusiones de hierbas como la menta o el anís.

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La inflamación

Esta condición es más complicada, García detalla que se presenta cuando el cuerpo se mantiene en estado de alarma permanente “por exceso de grasa, por estrés psicológico, por comer mal y no movernos mucho, por tener la microbiota poco cuidada, por el tabaco y otros contaminantes”.

La inflamación se define como el sistema natural de las defensas del cuerpo para luchar contra las agresiones externas. Por ejemplo, luego de que alguien se corta, la inflamación aguda hace que el problema se resuelva en pocos días.

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La hinchazón y dolor abdominal son algunos de los síntomas que pueden indicar afectación del colon. Foto: Shutterstock

Pero, hay otro tipo de inflamación que se prolonga en el tiempo y se conoce como inflamación crónica que, tal como indica la doctora, puede producirse por malos hábitos de vida, por una inflamación aguda persistente o una enfermedad autoinmune. Todos estos escenarios hacen que el organismo se mantenga en estado de alerta.

Los síntomas más comunes son: problemas gástricos como estreñimiento, diarrea, hinchazón, reflujo; también dolor en todo el cuerpo, cansancio persistente, depresión o ansiedad y mayor propensión a tener infecciones frecuentes.

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