Los cigarrillos electrónicos, o vaporizadores, se han promocionado durante mucho tiempo como una alternativa mucho más segura a los cigarrillos, y algunas empresas afirman que sus productos prácticamente no presentan riesgo de cáncer.

Pero una nueva investigación alarmante parece darle la vuelta a aquella afirmación.

En un primer estudio de este tipo, los investigadores analizaron datos de salud de 4,3 millones de exfumadores y encontraron que aquellos que cambiaron a vaporizadores o vapes tenían el doble de probabilidades de morir de cáncer de pulmón, en comparación con aquellos que dejaron de fumar de golpe.

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Los hallazgos cuestionan las iniciativas de salud pública en todo el mundo, muchas de las cuales implican alentar a los fumadores a cambiar a vaporizadores para prevenir enfermedades pulmonares.

El autor del estudio, el Dr. Yeon Wook Kim, profesor de Medicina Pulmonar y de Cuidados Intensivos en el hospital de la Universidad Nacional de Seúl, dijo que los resultados muestran que los médicos deben considerar los “daños potenciales” del uso de cigarrillos electrónicos cuando hablan de dejar de fumar con sus pacientes.

Anunciados como una ayuda para dejar de fumar, muchos fumadores de tabaco han recurrido a estos dispositivos, que contienen muchas menos sustancias químicas.

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Los cigarrillos contienen más de 7.000 sustancias químicas, muchas de ellas cancerígenas, mientras que se cree que los vaporizadores contienen alrededor de 2.000.

Los cigarrillos electrónicos tampoco producen alquitrán ni monóxido de carbono, que se consideran dos de los elementos más nocivos del humo del tabaco.

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Sin embargo, la preocupación en torno a los cigarrillos electrónicos es que las reacciones químicas entre el líquido y el metal provocan la liberación de metales tóxicos como el arsénico, el cromo, el níquel y el plomo.

Y estudios más recientes han encontrado que estos metales están asociados con una gran cantidad de efectos negativos para la salud, como una inflamación de los pulmones que causa sibilancias, tos y dificultad para respirar.

Sin embargo, el cáncer de pulmón como factor de riesgo aún no se había explorado en profundidad, hasta ahora.

La enfermedad afecta a 234.580 estadounidenses y causa 125.070 muertes al año. Según los CDC, fumar cigarrillos es la principal causa de muerte evitable en los Estados Unidos y provoca casi medio millón de muertes.

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Y la agencia de salud dijo que fumar causa alrededor del 90 por ciento de todas las muertes por cáncer de pulmón.

Para el estudio, los investigadores analizaron datos del programa nacional de detección de salud de Corea del Sur de 2012-2014 y 2018.

Los participantes se dividieron en seis grupos según su historial de tabaquismo y si recurrían a los cigarrillos electrónicos. Los investigadores encontraron que 53.350 personas habían desarrollado cáncer de pulmón y 6.350 murieron a causa de la enfermedad.

Los exfumadores de cigarrillos que habían dejado de fumar cinco o más años antes y recurrieron al vapeo tenían el doble de probabilidades de experimentar una muerte relacionada con el cáncer de pulmón que los exfumadores que no vapeaban.

Además, los exfumadores que habían dejado de fumar menos de cinco años antes y habían comenzado a vapear tenían un riesgo 23 por ciento mayor de desarrollar cáncer de pulmón y un riesgo 71 por ciento mayor de muerte relacionada con el cáncer de pulmón.

Basándose en sus hallazgos, los autores concluyeron: “Los médicos deben resaltar los posibles efectos nocivos del uso de cigarrillos electrónicos alternativos al integrar intervenciones para dejar de fumar para reducir el riesgo de cáncer de pulmón”. (I)