Una investigación de la Universidad de Florida (UF) reveló, el pasado martes, que el extracto de la cáscara de naranja podría ser una herramienta crucial para mejorar la salud cardiovascular.

El estudio, financiado con una subvención de medio millón de dólares del Departamento de Agricultura (USDA) de EE. UU., destaca el potencial de los fitoquímicos presentes en las cáscaras de naranja para reducir la producción de sustancias químicas dañinas asociadas con enfermedades cardiovasculares.

Las investigaciones recientes se han centrado en el papel de ciertas bacterias intestinales que, al metabolizar ciertos nutrientes, producen trimetilamina N-óxido (TMAO), un indicador de riesgo futuro de enfermedades cardiovasculares, según la Clínica Cleveland.

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Con el objetivo de explorar alternativas naturales para mitigar este riesgo, Yu Wang, profesora asociada del Instituto de Ciencias Agrícolas y Alimentarias de Florida (UF/IFAS), y su equipo examinaron el efecto de dos tipos de extractos de cáscara de naranja.

La profesora asociada Yu Wang, mientras trabaja en su laboratorio en la Universidad de Florida (UF). Foto: EFE

Yu Wang expresó optimismo sobre el futuro de esta investigación y señaló que “los hallazgos sugieren que las cáscaras de naranja, tradicionalmente consideradas residuos, podrían transformarse en ingredientes valiosos para productos dietéticos y alimentarios que promuevan la salud cardiovascular”.

“Nuestra investigación allana el camino para el desarrollo de alimentos funcionales enriquecidos con estos compuestos bioactivos, proporcionando nuevas estrategias terapéuticas para la salud del corazón”, aseguró.

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La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. ha clasificado los extractos naturales de la cáscara de naranja como seguros para el consumo humano, lo que abre nuevas posibilidades para su uso en la industria alimentaria y farmacéutica.

Según la Asociación Estadounidense del Corazón, de los adultos hispanos mayores de 20 años en Estados Unidos entre 2015 y 2018, el 52,3 % de los hombres y el 42,7 % de las mujeres padecieron enfermedades cardiovasculares, afección que causó el fallecimiento de 31.864 hombres y 26.820 mujeres de todas las edades durante este periodo. (I)