Después de la primera menstruación, que tiene una media de ocurrir a los 14 años de edad, hasta los 45, en que empiezan los primeros síntomas de la menopausia, una mujer puede quedar embarazada, pero la edad óptima para hacerlo está entre los 21 y 30 años.

En esta etapa hay más fertilidad, y la persona está preparada tanto física como psíquicamente para llegar a un embarazo de buen término. ¿Qué pasa después de los 31 años? “Hasta los 38, la fertilidad disminuye a un 20 %, pero puede suceder”, explica la doctora Melba Torres Córdova, ginecóloga.

En cambio, entre los 38 y 40 años empieza una pequeña incidencia para el riesgo de síndrome de Down. “Por eso, para los ginecólogos tanto una paciente de 15 años como una de 40 son embarazos de riesgo”. ¿Qué tipo de enfermedades podrían enfrentar? Eclampsia, amenazas de parto prematuro y diabetes gestacional.

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Eso sin contar con alguna patología previa, como la enfermedad tiroidea o una cirugía en los últimos doce meses. Esto equivale a riesgo uno. En el nivel dos o riesgo alto están las cesáreas y cicatrices anteriores en una mujer que, a los 40, vuelve a quedar embarazada en menos de un año entre el último embarazo y el actual.

Por ejemplo, una madre hipertensa o que tenga complicaciones hemorrágicas puede tener riesgos durante su embarazo, que podría incluir alguna deformación en su bebé o una placenta hipermadura. Así lo explica el médico ginecólogo Wagner Moreno, quien recuerda que “en la vida y en la medicina no existe el 1+1 de las matemáticas. Existe lo normal y la excepción de la regla”.

Estas son las principales advertencias para una persona mayor de 38 años que desea embarazarse. Además, su médico investigará antecedentes familiares por la línea materna. A medida que aumenten los factores de riesgo, tendrá que estar clara de esas posibilidades.

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El reloj biológico

El doctor Moreno indica que toda mujer, sin excepción, cuando llega a los 35 años tiene un tope y después de esta edad comienza a caer bruscamente la fertilidad, a esto llama el reloj biológico de una mujer. “Se da porque los ovarios nacen con cierta cantidad de óvulos que en el camino y en la vida se van acabando... a los 44 prácticamente ya no tienes células para ser mamá”, explica.

En el caso de las mujeres es diferente, un hombre -en la mayoría de los casos- puede tener hijos durante toda su vida, ya que estos no nacen con un número limitado de espermatozoides. Sin embargo, a partir de los 45 años la carga genética de sus espermatozoides podría presentar alteraciones progresivamente, reduciendo de este modo su capacidad fértil. De esta manera, la edad del hombre también puede incidir en que sea un embarazo con riesgo de aborto o un bebé con alteraciones cromosómicas.

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Exámenes preventivos

Los médicos indican que lo más importante es tener una cultura de prevención. “Hacerse un chequeo anual, no necesita estar con una infección, como una inflamación, con una hemorragia para recién ir al médico”, aconseja el ginecólogo Moreno.

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Sí existen exámenes que permiten conocer el estado de los ovarios o alguna otra regularidad. “Primer mensaje importante: no estresarse. Antes de los 35 años normalmente ninguna pareja debería tener problemas para embarazarse”, menciona el doctor Moreno.

Además, recomienda que estos chequeos se los realicen en pareja. “Se estudia a ambos, a la mujer se le estudia cómo están las hormonas, cómo están los ovarios, cómo está el útero, las trompas de Falopio. Y al varón se le revisa cómo están los espermatozoides, si tiene infección en los espermatozoides, cuántos millones tiene, si resiste, si son normales, si se mueven”.

Controles en el embarazo a partir de los 38 años

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1. Diagnóstico prenatal a la semana 12, que irá unido a la ecografía de la translucencia nucal y el tabique nasal, para descartar factores del síndrome de Down.

2. Ecografía cardiofetal a las 26 semanas.

3. Ya que hay riesgo de ciertos trastornos genéticos, defectos congénitos y otros problemas de salud en el feto, habrá una amniocentesis o prueba del líquido amniótico.

4. Tener sangre de factor Rh negativo también añade al riesgo.

“Todo influye”, dice la doctora Torres. “Incluso el aumento o la baja de peso”. Esta información debe llegar a la paciente que quiere embarazarse. “Si está decidida, es cuestión individual de cada una”.

Congelación de óvulos

Las personas que han congelado sus óvulos tienen mayor posibilidad de un embarazo de buen término. “Sería lo ideal en personas que han pasado por un cáncer de tiroides o en otro órgano si pudieran congelar sus óvulos antes de que reciban quimioterapia o radioterapia, para que luego puedan tener un embarazo en buenas condiciones”. También es una opción para mujeres que están sanas, pero no tienen todavía una relación estable”, dice la doctora Torres.

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“Ella podrá concebir en el momento que desea, puede descongelar los óvulos, se hace un tratamiento de reproducción y no tiene ningún riesgo de ser mamá”, explica el doctor Moreno.

El médico también recomienda la fecundación in vitro para mujeres que quizás con 44 años tienen un examen de sangre que le haya arrojado que su ovario no funciona. “Se hace tratamientos de alta complejidad como la fecundación in vitro y se hace con óvulos donados”. (I)