Cuando pensamos en los ungüentos mentolados, lo primero que se nos viene a la mente son los típicos usos relacionados con aliviar los síntomas de la tos, el resfriado y la congestión nasal. Sin embargo, estos versátiles productos tienen muchos otros usos que quizás no conozcas y que pueden ser verdaderamente sorprendentes.
Más allá de sus propiedades descongestivas y expectorantes, estos ungüentos, producidos con alcanfor, mentol y aceite de eucalipto, entre otros ingredientes, pueden convertirse en tus mejores aliados para tratar otras dos dolencias y situaciones bastante comunes.
¿Qué otros dos usos tienen los ungüentos mentolados?
Tratar los hongos en las uñas de los pies
De acuerdo con Healthline, un estudio sugirió hace unos años que los ungüentos mentolados de venta libre funcionan como un tratamiento para los hongos presentes en las uñas de los pies, especialmente cuando estos hongos no se han extendido mucho.
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Esto ocurre gracias a algunos de los ingredientes activos, como el mentol que poseen estos productos, los cuales son conocidos por sus propiedades antifúngicas.
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Relajante muscular
Cuando una persona sufre dolores musculares, neuropáticos o asociados a la osteoartritis de rodilla, se puede aplicar algo de ungüento mentolado sobre la piel de la zona afectada para aliviar la molestia.
Este efecto de relajante muscular se da por la combinación del alcanfor con el mentol, los cuales funcionan como analgésicos tópicos al “crear una poderosa sensación refrescante que puede anular temporalmente su capacidad para sentir el dolor de los músculos y articulaciones adoloridos”, indicó también al respecto Healthline.
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Por supuesto, está de más decir que este producto no puede aplicarse sobre heridas abiertas o bajo vendajes apretados y tampoco se debe calentar antes de usarlo, pues puede generar quemaduras.
(I)
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