Un trasplante de médula ósea es un tratamiento médico que remplaza la médula ósea por células sanas. Estas células de remplazo pueden provenir de su propio cuerpo o de un donante.

Este trasplante se puede utilizar para tratar ciertos tipos de cáncer, como leucemia, mieloma y linfoma, y otras enfermedades del sistema inmunitario y de la sangre que afectan la médula ósea.

“Las células madre son células especiales que pueden reproducirse a sí mismas y convertirse en los distintos tipos de células que el cuerpo necesita”, detalla la American Society of Clinical Oncology.

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El cáncer y el tratamiento contra el cáncer pueden dañar las células madre hematopoyéticas. Cuando las células madre hematopoyéticas están dañadas, no pueden convertirse en glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Estas células sanguíneas son muy importantes y cada una tiene un trabajo diferente:

Los glóbulos rojos transportan oxígeno por todo el cuerpo.

Los glóbulos blancos forman parte de su sistema inmunitario. Combaten los patógenos, que son los virus y las bacterias que pueden provocarle enfermedades.

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Las plaquetas forman coágulos para detener hemorragias.

“Antes de someterse a un trasplante, se necesita someterse a altas dosis de quimioterapia y posiblemente radiación. Esto destruye las células madre dañadas en la médula ósea. También suprime el sistema inmunitario del cuerpo para que no ataque a las nuevas células madre después del trasplante”, revela el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.

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Los diferentes trasplantes

Trasplante autólogo. Las células madre para un trasplante autólogo provienen de su propio cuerpo. En ocasiones, el cáncer se trata con una dosis alta de quimioterapia intensiva o tratamiento con radioterapia. Este tipo de tratamiento puede dañar las células madre y su sistema inmunitario. Por eso, los médicos extraen, o rescatan, sus células madre de la sangre o de la médula ósea antes de que comience el tratamiento contra el cáncer.

Trasplante alogénico. Las células madre para un trasplante alogénico provienen de otra persona, llamada donante. Las células madre del donante se administran al paciente después de que el paciente recibe quimioterapia o radioterapia.