El ictus o accidente cerebrovascular es la pérdida de flujo de sangre en una parte del encéfalo que daña el tejido encefálico. Este problema de salud puede ser causado por los coágulos de sangre y la ruptura de los vasos sanguíneos.

El portal de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos explica que entre los riesgos del ictus se encuentran la presión arterial alta, la edad avanzada, el tabaquismo, la diabetes, el colesterol alto, la enfermedad cardíaca y los antecedentes familiares de ictus son algunos de los riesgos de esta condición.

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¿Cuáles son síntomas que alertan de un ictus o ACV?

La neuróloga María del Mar Freijo explicó a El Español que aproximadamente un 25% de la población mayor de 25 años sufrirá un ictus a lo largo de su vida y la mitad de ellos pueden quedar con secuelas discapacitantes.

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Ante este panorama, la especialista reconoce que es de vital importancia saber cuáles son los posibles síntomas que pueden alertar un ictus, ya que en un 90% de los casos se pueden prevenir.

Los síntomas del ACV pueden ser confusos.

Señales de ictus que se pueden pasar por alto

  • Freijo explica que el primer síntoma que aparece es un dolor de cabeza muy fuerte; sin embargo, puede pasar desapercibido, ya que se puede confundir con una migraña.
  • Otra señal es la pérdida brusca de fuerza en un brazo o en una pierna; incluso, hay casos en los que resulta afectada la mitad del cuerpo.
  • Uno de los cantos de la boca queda en una posición más baja con respecto al otro. En caso de que no se reconozca a simple vista, se puede reconocer al momento en que la persona comienza a hablar, pues la persona tendrá dificultad para articular palabras.
  • La falta de sensibilidad es otro síntoma, que aunque es más complicado de reconocer, puede distinguirse por causar un acorchamiento u hormigueo en un brazo o en una pierna, en media cara o en la mitad del cuerpo.
  • La persona puede sufrir pérdida en un ojo o en ambos. En algunos casos puede ser transitoria y se recupera en unos minutos, ya que su origen puede estar relacionado directamente con el nervio óptico.

(I)

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