Un nuevo estudio ha revelado que las baterías recargables de iones de litio, presentes en la mayoría de los vehículos eléctricos, son una fuente de contaminación por “sustancias químicas eternas”. Estas baterías a menudo contienen PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas), utilizadas para hacerlas menos inflamables y mejorar la conducción de la electricidad. Investigadores han encontrado altos niveles de PFAS en el aire, agua, nieve, suelo y sedimentos cerca de fábricas en Estados Unidos, Bélgica y Francia.

Los PFAS, conocidos como “sustancias químicas eternas”, se acumulan en el medio ambiente y en organismos vivos, y tardan miles de años en descomponerse. Se las ha vinculado con diversos problemas de salud, incluyendo lesiones hepáticas y enfermedades renales. Este hallazgo subraya que, aunque los vehículos eléctricos son esenciales para combatir la crisis climática, también presentan nuevos desafíos ambientales no suficientemente estudiados.

El estudio, publicado en Nature Communications, destaca que la transición hacia energías renovables conlleva riesgos ambientales adicionales. Jennifer Guelfo, profesora asociada de Ingeniería Medioambiental en la Universidad Tecnológica de Texas y coautora del estudio, enfatiza que mientras se reducen las emisiones de dióxido de carbono, no se debe permitir un aumento de la contaminación por PFAS.

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Esta problemática es global, ya que las baterías de iones de litio se utilizan en todo el mundo. Recientemente, se han detectado PFAS en el agua de Europa y China. La investigación se centró en una familia específica de PFAS, conocida como bis-perfluoroalquilsulfonimidas (bis-FASI), encontradas en diversas concentraciones en baterías de vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos.

Lee Ferguson, profesor asociado de Ingeniería Medioambiental en la Universidad de Duke y coautor del estudio, menciona que aún se desconoce la extensión de estas sustancias en las baterías de iones de litio debido a la falta de investigaciones. Los bis-FASI, comparables a otros químicos como el PFOA, son extremadamente difíciles de degradar y pueden afectar la vida acuática a bajas concentraciones.

El estudio también señala que solo el 5 % de las baterías de iones de litio se reciclan, y para 2040 podrían existir 8 millones de toneladas de residuos de estas baterías. Es vital desarrollar tecnologías y soluciones de reciclaje que no incrementen la contaminación por PFAS. Empresas como 3M, Solvay y Arkema están involucradas en la producción o uso de bis-FASI, y las investigaciones se han centrado en fábricas de estas compañías en Estados Unidos y Europa.

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3M, que ha fabricado PFAS durante décadas, acordó pagar 10.000 millones de dólares a varias ciudades estadounidenses por contaminar el agua potable con estos químicos y ha anunciado que dejará de producir PFAS para 2025. Este acuerdo siguió a otro en el que Chemours, DuPont y Corteva pagaron 1.190 millones de dólares para resolver múltiples demandas relacionadas. (I)