Si bien a menudo nos gusta pasar tiempo bajo el sol y disfrutamos de su luz, una ola de calor puede ser peligrosa para nuestros animales del hogar, en especial los perros adultos. Ser consciente de los riesgos y de cómo poder ayudar a su perro es vital.

Días calurosos se presentaron en varias zonas del país a finales de enero y mediados de febrero, razón por la cual distintas ciudades de nuestro Ecuador, pertenecientes a provincias costeras e interandinas, han tenido que soportar las altas temperaturas.

El calor también puede afectar la salud de lo animales de compañía, como gatos y perros. El nivel de riesgo para esos últimos depende de la temperatura, el tamaño, su edad, y si está acostumbrado a realizar actividades como ejercicio o no.

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Un clima tan extremo puede tener consecuencias devastadoras y dolorosas para los perros de mayor edad, ya que no tienen la misma agilidad que los cachorros. Quemaduras en las almohadillas de las patas, agotamiento por calor, insolación, e incluso la muerte, son algunas de estas.

¿Cuáles son los síntomas comunes de un golpe de calor en perros adultos?

La mayoría de signos que indican que el animal está sufriendo por la temperatura, serán evidentes. En ese caso, usted podrá visualizar a su mascota confusa, aturdida, con agitación y confusión. Otra señal evidente es la salivación excesiva. Esta puede venir acompañada de fuertes jadeos o gemidos.

También pueden ser:

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  • Presenta respiración rápida
  • La frecuencia cardiaca se eleva
  • Está desorientado
  • Dificultad para moverse
  • Enrojecimiento de encías y lengua
  • La piel se siente caliente al tacto

En casos extremos, el animal podría sufrir de convulsiones.

Debe tomar en cuenta que la temperatura aumenta rápidamente cuando, por ejemplo, se quedan encerrados en un vehículo. Puede ser en cuestión de minutos que se empiecen a sentir asfixiados.

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¿Cómo proteger a los perros adultos de una ola de calor?

No es recomendable que ningún perro salga a hacer actividades si la temperatura sobrepasa los 32 grados centígrados.

Es necesario que sepamos cómo mantener a los amigos caninos seguros, activos, y frescos cuando existen condiciones de calor extremo.

“Lo primero que debemos hacer en caso de que el animalito esté mal, es retirarlo de la fuente de ese calor. Si están en un automóvil, debe actuar de manera meticulosa”, dice Estefanía Pareja, coordinadora de medios y activista de la Fundación Rescata Animal Ecuador (FRAE).

Ella agrega que no aconseja mojar al animal, es decir echarle agua o “manguerazos”. La manera correcta de ayudarlos, es mediante toallitas húmedas o moderadamente frías. Pero, siempre dependerá del lugar donde nos encontremos y lo que tengamos a nuestro alcance.

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Lo ideal es que la temperatura del can empiece a disminuir paulatinamente y que no sea de golpe. “Por ejemplo, si el perro adulto tiene una de 42 centígrados, debería bajar a 38 gradualmente, sino le puede causar un shock, lo que genera aún más problemas”, explica.

Luego de eso, si ve que su perro está muy débil aún o no tiene ganas de levantarse, ayúdelo a tomar agua ya sea a través de una jeringa o un bebedero, pues debe estar hidratado.

Posteriormente acuda a su veterinario de confianza para que le haga una revisión más profunda al animal. “No descarte en ir al médico para su animal del hogar, pues puede ser que tenga una dolencia producto de estar expuesto al calor extremo. Cada perro reaccionará de manera diferente”, acota Pareja.

En el caso de perros adultos de edad avanzada (siete u ocho años para arriba), estos pueden quedar más afectados o golpeados por la ola de calor, lo que podría generarles problemas cardiovasculares, por eso con ellos debe dedicar de cierta manera una atención especial. Los que tienen sobrepeso o con problemas respiratorios, también van a ser más vulnerables.

Cambios de temperatura en perros adultos

El viento, los truenos, el calor o exceso de luz solar: todo esto puede afectar el comportamiento y el estado de ánimo de los perros adultos, quienes son mucho más sensibles a estas condiciones climáticas.

Al igual que las personas, los perros pueden tener sus propias peculiaridades cuando se trata de reaccionar ante cómo está el ambiente donde se encuentran. Algunos perros tienen especial miedo a los truenos, mientras que otros los ignoran. A algunos perros no les importa el sol, mientras que a otros con mucho pelaje les puede parecer extremadamente molestoso e incómodo.

Según Pareja, el lugar donde viva el can influye muchísimo. “Por ejemplo, si usted vive en un lugar ventilado, por más calor que haga en los exteriores de la ciudad, seguirá sintiéndose fresco”, y añade que jadear por cansancio no es lo mismo que jadear por un golpe de temperatura.

Los gatos y el calor

Asegurarse de que su minino esté protegido del agotamiento por calor y la insolación, puede potencialmente salvarle la vida.

Los gatos presentarán síntomas adicionales como babeo, búsqueda de un lugar más fresco, diarrea y vómito en caso de estar expuestos a un golpe de calor. Si cree que su gato está pasando por un fuerte golpe de calor, llévelo a un área fresca y bien ventilada.

Todos los felinos pueden experimentar una ola de calor, pero algunos tendrán mayor riesgo que otros. Los que tengan obesidad, una enfermedad neurológica, si son un gatito joven o un gato anciano, y aquellos de razas de cara plana como los gatos persas, himalayos, o birmanos estarán más afectados.

Procure vigílar de cerca a su animal de compañía, sea un perro o un gato, mientras las temperaturas suben. (O)