La realidad de los animalitos en la calle es dura. Aunque los refugios tratan de ser un paliativo en esta situación, dando cabida al mayor número posible de perros y gatos abandonados, lo cierto es que su capacidad no es infinita. Por eso sus principales objetivos son la educación, educar para mitigar la sobrepoblación de mascotas sin hogar y la organización de ferias de adopciones para que los peluditos vivan su vida finalmente con una familia.