Matías es un niño de 11 años que sueña con tener un perro desde hace tres años. Su mamá aún no le concede este deseo porque considera no estar listos para ofrecerle los cuidados correspondientes, pues es consciente de que un animal de compañía no es un regalo para el momento ni un juguete desechable, sino una vida que se convierte en un miembro más de la familia.