Varios años atrás los servicios ilícitos y el contrabando en línea se originaban de manera oculta e imposibles de rastrear en la llamada dark web. Sin embargo, los constantes cierres de sitios anónimos o de muy bajo perfil y la dificultad para atraer grandes volúmenes de clientes a la dark web han obligado que las organizaciones criminales hayan tenido que buscar alternativas para llegar a sus mercados. Una de ellas es Telegram, que es una plataforma completamente legítima de mensajería instantánea gratuita, de código abierto y basada en la nube y que es popular por su privacidad.

La plataforma atrajo la atención de los ciberdelincuentes y es por esto que crean grupos en esta app para ofrecer drogas, dinero falso, detalles de tarjetas de crédito robadas, datos personales y servicios de supuestos sicarios (estafas). Algunos vendedores también están ofreciendo falsos certificados de vacunación contra el COVID-19 o para permitir viajes, cada uno por 260 dólares. También se oferta contenido de tipo sexual.

¿Las aplicaciones de mensajería privada son el próximo foco de desinformación?

Carlos indica que es “normal” que en los comentarios que dejan usuarios en páginas web pornográficas se dejen links de grupos de Telegram donde se comparte contenido para adulto: “Hay videos de actores porno, pero hay otros que parecen reales y que se filtran en internet y los comparten. Yo solo entré una vez en uno de esos grupos, vi que había personas que ofrecían servicios sexuales y eso me pareció raro y me salí. Había cientos de personas en ese grupo y no solo de Ecuador”, expresa.

Publicidad

Lo preocupante de estos grupos, según Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del laboratorio de investigación de ESET Latinoamérica, es que se pueden encontrar en cuestión de minutos y con solo unos “pocos clics”. Además, afirma el experto, lo más desconcertante es la cantidad de usuarios a los que llega esta información, ya que algunos grupos tienen cientos de miles de miembros, abriendo el nuevo mercado ilegal a una gran audiencia. A nivel mundial la plataforma cuenta con más de 500 millones de usuarios activos.

En Ecuador, con corte a junio de 2021, había 1′600.000 usuarios. Además, la app está dentro de las diez aplicaciones más descargadas entre dueños de dispositivos Apple, según el informe Ecuador Estado Digital.

Si se compara con la dark web, comprar a través de redes sociales podría parecer menos peligroso, o incluso legal, y esto es parte del problema. Los cibercriminales están utilizando la protección de la privacidad subyacente en Telegram y otros servicios. El uso de redes privadas virtuales (VPN) y otras herramientas para evadir la captura lo que complica el rastreo de aquellos que usan Telegram con fines maliciosos, indica María Sol González, experta en temas informáticos.

Publicidad

Una cuenta robada de Instagram se comercializa hasta en $15 en el mercado negro de Ecuador; un perfil de Fortnite en más de $40

Añade que incluso si los dispositivos fueran incautados es poco probable que haya suficiente o alguna evidencia sólida en los aparatos debido a la posibilidad de configurar que los mensajes desaparezcan en un determinado tiempo. La especialista recalca que el problema no son las plataformas como Telegram, sino las personas que las utilizan para fines maliciosos.

En grupos de Telegram se observa la venta de droga. Foto: Captura de pantalla.

Telegram no es ajeno a la problemática y ha filtrado algunas palabras clave que no se pueden ubicar en los grupos que se crean o en las sugerencias, pero la forma en que la comunidad criminal evita esto es formando nuevas palabras para que los productos y servicios permanezcan en la búsqueda. Además, Telegram permite a sus usuarios denunciar listas o grupos donde se desarrollen actos ilícitos y luego de la comprobación los bloquea.

Publicidad

Fernando Checa García, docente de la Universidad Internacional de La Rioja y doctor en informática, sostiene que la “aureola” que tiene Telegram de más “segura” que sus pares como WhatsApp, el que esté descentralizada y que no pertenezca a una gran compañía como Meta ha llevado a que los delincuentes vean en esta app un entorno más seguro.

Esta es la razón por la que Rusia prohíbe Facebook e Instagram, pero no WhatsApp: El gobierno de Putin intenta revivir ICQ como forma de encontrar otra mensajería

Es por esto que se crean grupos públicos o listas que dan espacio a situaciones y ofertas irregulares. Aunque hay países donde la legislación puede exigir a Telegram la apertura de dichos mensajes, pero esto, hasta ahora, no ha sido fácil. De hecho, el Gobierno de Rusia (los fundadores de la app son rusos) lleva tiempo intentando poder practicar el descifrado o desencriptar los mensajes de Telegram y no lo ha conseguido”, señala.

Documentos robados o dinero falso también se comercializan en Telegram. Foto: Captura de pantalla

Si bien esta app es bastante segura, tampoco podría escapar de un hackeo de sus servidores. Aunque esta situación es muy complicada, ya que hasta el momento no se conoce de filtraciones o accesos indebidos a estos servidores.

Cuidados mientras se utiliza Telegram

La pandemia y el anuncio de WhatsApp sobre sus políticas de datos (que luego dio de baja) aumentó los usuarios de Telegram. Cada vez más las personas están preocupadas por la privacidad de sus mensajes y por eso buscan opciones más seguras.

Publicidad

Esto lo conocen los ciberdelincuentes que también buscan realizar estafas a través de esta plataforma. ESET ha encontrado que hay servicios como de sicarios que tienden a ser falsos y lo que se busca es robar los datos, en especial bancarios, de los usuarios.

Checa y González coinciden en que las personas no deben dar datos sensibles en este tipo de plataformas si no está seguro de quién está detrás del grupo. Además, de no dar clic en links desconocidos que se puedan compartir en la aplicación. También si es que llegasen a observar algún tipo de actividad ilícita, denunciar a través de los canales oficiales de la plataforma.

También aconsejan que a la hora de apostar por una app de mensajería los usuarios deben fijarse en la calidad de la encriptación de los mensajes, aunque reconocen que el uso de las mismas se determina en función del número de contactos que las utilizan.

“Si la familia y amigos usan WhatsApp, es probable que lo usen. Hay personas que utilizan más de una o una para la familia y otra para el trabajo. Cualquiera que sea que usemos debemos tener cuidado con la información que compartimos”, dice González. (I)