Una noche de fogata, juegos e historias de misterio se preparan en Cerro Blanco (Chongón) por Halloween, ¿cómo puede asistir en familia?

Días atrás, uno de los miradores del Bosque Protector Cerro Blanco fue el escenario de una emocionante petición de mano al atardecer. En medio de la naturaleza y con los rayos naranjas y dorados cayendo sobre la ilusionada pareja, en esa ocasión el bosque se cubrió de romance para presenciar ese momento único.

Pero ese mismo paisaje tiene la capacidad de transformarse, gracias a los distintos espacios y actividades que alberga, en lo que sus visitantes le soliciten: aventura, velocidad, misterio, un sitio para aprender y también para festejar al aire libre.

La última semana de octubre, sin embargo, será el turno de terror, pues en su área de camping se alista desde ahora el Halloween Adventure Camp, donde las familias o grupos de amigos podrán pasar la noche contando historias de misterio, compartiendo y disfrutando de una velada en la que, si desean, también pueden ir disfrazados. Todo bajo la supervisión de guías especializados que acampan junto al grupo y estarán atentos a cualquier eventualidad.

“En esta área, las personas pueden quedarse a dormir con carpas y hacer actividades nocturnas en el bosque como una caminata o sendero nocturno, encender una fogata o, comer al aire libre, entonces es otro tipo de conexión con el bosque”, explica Tania Ríos, coordinadora turística del Bosque Protector Cerro Blanco. “No es lo mismo venir en el día que en la noche, hay sonidos diferentes, se puede disfrutar de la luna y es mucho más fresco, es una experiencia que todos deberían vivir, incluso desde niños”.

Para comodidad de los visitantes, el área cuenta con una capacidad para 60 personas, 5 mesas de pícnic grandes, dos parrillas, una glorieta, hamacas, columpios, parqueo cercano y baños con sanitario y duchas.

Para la noche del 29 se ha organizado además un paquete de dinámicas y juegos en la naturaleza y decoración por Halloween. El costo para participar de este evento especial es de $ 25 para adultos y $ 20 para niños, incluye todas las actividades desde las 15:00 del sábado hasta el mediodía del domingo (cena, desayuno, guías, recorridos y más).

Cuna de especies nativas

El vivero de Cerro Blanco sirve como ‘maternidad’ de numerosas especies locales de árboles que logran germinar y repoblar la ciudad gracias a los cuidados de expertos amantes de la naturaleza, como el viverista Édgar Oleas, quien lleva más de dos décadas dedicado a esta labor que empieza desde la colecta y el cuidado de la semilla. Al momento, hay aproximadamente 80.000 especies de árboles en producción entre Fernán Sánchez, guachapelí, guayacán, algarrobo, pechiche y más.

El apoyo de Holcim Ecuador, a través de la Fundación Probosque facilita el funcionamiento de sus diversos espacios. “Holcim Ecuador es el cuidador de este tesoro, es su aliado desde que nació y promovió hace más de 40 años la creación de esta reserva y estamos entre las empresas que donaron terrenos para ese propósito”, relata Verónica Maldonado, jefa de de Comunicación de Holcim.

“La Fundación Probosque ha sido el brazo clave de la conservación de este bosque durante más de cuatro décadas. Evidentemente esto requiere fondos, manos y recursos y para nosotros es importantísimo seguir siendo parte de esta iniciativa”. Asimismo, sus empleados tienen la oportunidad de participar como voluntarios en el sitio. “En medio de todo el desarrollo urbanístico y de los servicios que necesitamos como ciudadanos, necesitamos estas áreas naturales primero que nada. Tener esta reserva de aire limpio, con árboles que tienen más de 100 años, que estuvieron antes que nosotros y nuestro deber es preservarlos”.

La innovación de la compañía también puede apreciarse en un mirador inaugurado en febrero del 2021 y que fue construido con técnicas de construcción sostenibles y que busca incorporarse al paisaje siendo respetuoso de su entorno.

Senderos de alto y bajo impacto

Para quienes gusten de apreciar la naturaleza a cada paso, Cerro Blanco ha implementado cuatro senderos para sus visitantes.

Los recomendados para quienes no son expertos senderistas o familias que visitan el lugar por primera vez son el Sendero Buena Vista (una hora de duración) y el Sendero Canoa (de 1 hora y 30 minutos de duración). Los más experimentados pueden recorrer el Sendero Higuerón, de dos horas y media de caminata y cuesta arriba o el Sendero Mono Aullador, de cuatro horas y media de recorrido, por lo que se requiere de un buen estado físico y donde podrá observar osos perezosos, hormigueros, monos aulladores o capuchinos.

La fauna, sin embargo, está a la vista de los visitantes más observadores alrededor de todo el bosque. “Tenemos más de 240 especies de aves registradas, 54 especies de mamíferos, entre ellos el jaguar, venados, cabeza de mate, el cuchucho, tigrillos en el área baja”, explica la coordinadora del bosque. “Aunque hay que recordar que no somos un zoológico, sino un entorno silvestre y que la fauna está en su hábitat y que para verlos hay que estar atentos y poder disfrutar de sorpresas interesantes. La pandemia sirvió para eso, para que regrese la fauna”.

Al ingresar, el visitante se ubicará en el área de amortiguamiento (del total de 6.078 hectáreas que abarca la zona protegida) y que ha sido acondicionada para las oficinas administrativas, recibir a los turistas y desarrollar actividades de ecoturismo sin alterar el entorno.

Las visitas se organizan con reservación al 098-622-5077 (WhatsApp).