Miles de latinoamericanos celebraron este domingo en la madrugada la consagración de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II como nuevos santos de la Iglesia Católica y lo hicieron con vigilias, música y rezos con especial dedicación al pontífice polaco, el más querido en una región que contribuyó a su canonización: e segundo milagro que se le atribuye le ocurrió a una costarricense.