El Gobierno prevé reducir el déficit fiscal en $ 691 millones. Así se refleja en la proforma presupuestaria 2018 comparada con la aprobada en 2017. El documento fue entregado el miércoles a la Asamblea, junto con un proyecto Orgánico de Reactivación Económica que contiene reformas tributarias.

El déficit del 2017 calculado por el Gobierno era de $ 4.794 millones y ahora llegaría a $ 4.102 millones, que representa un 3,9 % del PIB.

Aunque el Ministerio de Finanzas informó que el nuevo presupuesto de $ 34.853 millones es 5,3 % menor que el de 2017; en la práctica la caída del monto no se debe a que se haya achicado el gasto de manera importante, sino porque cae el nivel de amortizaciones y, por ende, la necesidad de financiamiento. El régimen ha destacado que hizo un fuerte esfuerzo en el tema del gasto aplicando el decreto de austeridad.

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Pero ¿en dónde se registra realmente la baja del gasto? El mayor rubro que se acorta es en el gasto de capital. Mientras, el gasto total aumenta en 2,2 %, unos $ 626 millones. Sin embargo, los gastos permanentes tienen un mayor incremento de $ 1.750 millones, esto es 9,1 %.

De acuerdo con el exministro de Finanzas, Fausto Ortiz, no existe la reducción del gasto de la cual habla el Gobierno, pues en gastos permanentes sube en 2,2%. Explica que la fuerte caída que se muestra en el gasto de capital sugiere que el Gobierno espera la participación mayor del sector privado, aunque no le da señales necesarias para eso.

Lo esperado por tributos lo ve muy optimista. Se esperan ingresos por $ 583 millones más. Pero Ortiz duda de que este se llegue a la meta.

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Según Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, la proforma refleja que el Gobierno insiste en un alto gasto permanente, al parecer, buscando que la economía siga moviéndose en base al consumo. Además baja el gasto de inversión, esperando que el sector privado asuma parte de ella. Sin embargo, Acosta lo ve muy difícil en el corto tiempo, especialmente si no hay incentivos para atraer dicha inversión.

Contrariamente en la ley enviada hay temas que restarán liquidez a las empresas, como el alza del impuesto a la renta con el que el Fisco espera recaudar unos $ 400 millones de las empresas, lo cual significa restarle ese monto a la economía en inversión. Y agrega que la menor inversión generará contracción. El consumo no genera riqueza, y puede acelerar importaciones. Lo que cambia en esta proforma frente al Gobierno anterior, dice, es que se baja la inversión y se busca que parte de la cuenta la pague el sector privado.

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Un punto interesante es una menor necesidad de financiamiento. En 2017 se la calculaba en $ 13.245,46 millones, ahora se ubica en $ 9.975,86 millones, aparentemente bajará también el nivel de amortización de la deuda. Para Ortiz, no sería completamente creíble, pues este año el Gobierno ha anunciado que la necesidad de financiamiento está en $ 13.272 millones, y que en la realidad bordearía los $ 15.500 millones.

Producto Interno Bruto
El Gobierno prevé que en 2018 el PIB será de $ 104.021 millones, y registra 2,04 de crecimiento del indicador.

Inflación y petróleo
La inflación promedio anual se calculó en 1,38 %, mientras el barril del crudo en $41,92. (I)