Las conversaciones para terminar con la alarmante guerra comercial entre China y EE.UU. fueron ‘constructivas’, dijo ayer el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, dando una señal de que ambas potencias podrían cerrar un acuerdo que evitaría riesgos para la economía mundial.

El funcionario lo expresó tras dos horas de negociaciones con una misión china liderada por el viceprimer ministro, Liu He. Minutos antes, ambos se saludaron con un apretón de manos ante la sede del representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer.

Liu dijo que las negociaciones transcurrieron “bastante bien”, según la agencia de noticias Bloomberg, que también citó fuentes que indicaron que los progresos fueron escasos.

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En tanto, el presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo ayer que no tiene apuro por cerrar un trato con China por considerar que está negociando desde una posición de fuerza.

Esto, después de que a las 00:00 de ayer Washington aumentó de 10% a 25% los aranceles a productos chinos importados por 200.000 millones de dólares. Pekín dijo que tomará contramedidas.

Los mercados de EE.UU., Europa y Asia, se vieron afectados por las medidas y el riesgo de una guerra comercial.

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Desde el año pasado, las dos mayores economías mundiales se aplicaron recíprocamente aranceles a productos por 360.000 millones de dólares, lo cual castigó a los productores agrícolas estadounidenses y a los sectores manufactureros de ambos países.

Trump desató la guerra para terminar con prácticas comerciales chinas que considera des-leales y a las que atribuye el abultado déficit de EE.UU. en el comercio bilateral (419.000 millones, según BBC).

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Además, EE.UU. quiere que China respete los derechos de propiedad intelectual y deje de subsidiar su producción local.

Economistas remarcan que las medidas aduaneras terminan siendo costeadas por las empresas y los consumidores debido a que incrementan el precio de los productos importados. Productores agrícolas y fabricantes de EE.UU. se quejan porque las represalias chinas les hacen perder mercados. El FMI indicó que el pleito impactará en la economía mundial y el crecimiento. 

El aumento de aranceles de ayer abarca numerosos productos chinos; entre ellos equipos médicos, maquinaria, autopartes y muebles. Los productos que ya estaban en viaje a EE.UU. no tendrán el aumento.

Se estima que las medidas y sus represalias, reducirán el crecimiento económico de China en 0,3%. Algo similar ocurrirá con EE.UU.  (I)

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