Un vaivén, un movimiento semejante al de estar en un monopatín o en una hamaca. Así es como perciben un  sismo quienes están en una de las siete plantas del edificio Sky Building, ubicado justo a la salida del aeropuerto José Joaquín de Olmedo   de Guayaquil. 

Sus constructores refieren que la edificación, inaugurada en octubre del 2016, es la primera de Ecuador que cuenta con un mecanismo que aísla al edificio del movimiento que genera un sismo.

Luis Valero, presidente de ConstruDipro, explica que la cimentación está anclada a la tierra con pilotes, por lo que esta se mueve en un temblor o terremoto. “Entonces lo que se hace es aislar el edificio con unos cauchos (aisladores gigantes). Eso reduce las vibraciones. Es el mismo criterio que se aplica en los carros que tienen unos platinos de aluminio para no transmitir el movimiento del motor a la carrocería”, asegura.     

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Los 140 aisladores instalados fueron diseñados a la medida y traídos de Suiza. Se colocaron en las bases en el sótano de la edificación, donde están los parqueos. Estos absorben la energía del movimiento, lo que impide que se transmita a los pisos superiores. 

“Cuesta entre 3% y 5% más, pero la estructura como tiene menos rigidez sale más barata en la construcción de las plantas superiores”, refiere. 

La técnica incluye la construcción de cajones de hormigón armado en los alrededores de la losa de la planta baja para aislarla de la tierra. Planchas de aluminio están colocadas en el exterior para que sirvan de puente. Así se evita que la tierra golpee la losa. 

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Uno de los aisladores sísmicos colocados en el edificio Sky Building. Foto: Ronald Cedeño

El presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil, Carlos Repetto, afirma que el edificio Sky Building es uno de los ejemplos de la adopción de tecnología  para hacer edificios más seguros

“Tenemos procesos constructivos en acero, mixtos combinados con hormigón, con mampostería armada, edificaciones con el uso de sistemas de muros para la construcción más ágil”. 

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Hay conjuntos residenciales en el que se ha usado esta tecnología como Mi Lote y Mucho Lote con casas de 
$ 70.000 y $90.000, según Repetto.

Una nueva urbanización se construye en  Las Orquídeas llamada Altos del Norte con el sistema de muros que permite terminar  una casa de dos plantas en unos seis días, refiere.  

“En el centro comercial Mall del Sol hay una ampliación, antes todo era de hormigón, hoy está combinado con sistemas de estructuras metálicas que dan agilidad, lo que denota un cambio”, indica.

Con  mecanismos más modernos se agiliza la construcción de casas en la urbanización Altos del Norte, en Guayaquil.  Foto: Cortesía

Ante esta evolución hay que centrarse en planificar una ciudad de altura, más densamente poblada.  El reto en urbanismo está en evitar o reducir la movilidad en los autos, dice.

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El proyecto de Pronobis Ciudad del Río sigue esa tónica. Su  concepto va en línea con la tendencia de tener acceso a hoteles, restaurantes, viviendas, oficinas, todo  en un mismo espacio, donde los traslados pueden hacerse incluso caminando con vista al río.

El objetivo, asegura Repetto, es diseñar ciudades para las personas y no en función de los autos. Ello se logra mezclando, por ejemplo,  viviendas con oficinas, optimizando el parqueo. 

“Guayaquil debe densificarse en altura y para esto la Municipalidad dictó una ordenanza que permite el uso de elementos amigables al ambiente, como áreas verdes dentro del edificio, aumentar en algo las densidades, es decir, si hay un parque cercano, yo puedo aumentar la densidad del edificio (un mayor número de  habitaciones)”, asegura. 

El reto está en utilizar otros conceptos arquitectónicos para  optimizar los espacios de la ciudad y evitar el crecimiento horizontal. (I)