Tratos degradantes, detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos son las violaciones a derechos humanos denunciadas en contra de los regímenes de Daniel Ortega, en Nicaragua, y de Nicolás Maduro, en Venezuela, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA.

Pese a que Nicaragua pertenece al organismo, Ortega no envió ningún representante al 174.º Periodo de Sesiones, realizado en Ecuador, esta semana.

En el caso de Venezuela, el gobierno de Maduro formalizó su salida de la Organización en abril de este año. René de Sola, embajador en Ecuador, acudió en representación de Juan Guaidó, presidente encargado.

Publicidad

En Nicaragua se registran 328 personas asesinadas, 139 presos políticos, 651 excarcelados (ninguno con libertad plena y asediados). Las protestas, que ahora están prohibidas, surgieron en abril del 2018 en contra de las reformas laborales.

En Venezuela hay 412 casos de tortura, según el Foro Penal, y 72, según el Ministerio Público. Desde el 2014 se registran 220 asesinatos. Según el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de los Andes, hay 15 180 arrestados y 399 presos políticos. Además, la ejecución de más de 8000 personas, según la CIDH.

Testimonios

Lizeth Dávila- Mi hijo fue el primer niño asesinado

Publicidad

La mujer busca justicia para su hijo asesinado en las protestas en Nicaragua.

Mi hijo de 15 años, estudiante de cuarto año de secundaria, Alvarito Conrado, fue el primer niño asesinado durante las protestas iniciadas en abril del 2018 en Nicaragua. Lo mataron el 20 de abril, luego de que se unió a protestas por las reformas al seguro social hechas por el Gobierno.

Publicidad

Ante la injusticia, él se une para apoyar a los universitarios que en ese momento salieron a protestar y el gobierno de Daniel Ortega, lamentablemente, sacó a sus militares a dispararles.

Le dispararon en el cuello y, después de haber sido herido por arma de fuego, fue trasladado al hospital, donde se le negó la atención médica.

Cuando lo volvimos a ver, lo miramos en una camilla ya, tapado de pies a cabeza.

Ya había órdenes de la ministra de Salud, Sonia Castro, de no atender a heridos que eran manifestantes. Ningún caso se ha esclarecido, no hay procesos investigativos abiertos ni culpables procesados. En ese trabajo ando como madre, que logremos la verdad y la justicia.

Publicidad

Medardo Mairena- Me agarraron a golpes, once meses secuestrado

El dirigente campesino fue detenido en las protestas y condenado a 216 años de cárcel.

Soy coordinador del Movimiento Campesino de Nicaragua... el 18 de abril, (Daniel) Ortega empezó a reprimir a estudiantes, los campesinos no quisimos ser indiferentes, salimos a marchas pacíficas pidiendo a Ortega que cesara la matanza. Luego, fui secuestrado por el régimen, el 12 de julio de 2018, no tenía orden de captura, ningún delito, solamente porque pienso diferente y he estado como defensor de derechos humanos.

Me secuestraron en el aeropuerto, luego me trasladaron a El Chipote, es una cárcel de tortura. Solo me dijeron que iban a entrevistarme, inmediatamente me esposaron, me agarraron a golpes, me montaron a una patrulla, me cambiaron a otra, a golpes nuevamente. Me tuvieron con la cara tapada, esposado, y dándome golpes en la cabeza y patadas en el cuerpo.

Fui condenado por el delito de terrorismo, obstrucción a la vía pública a 216 años de prisión, cuando la condena máxima en mi país es de 30 años. Salí con amnistía.

Patricia Sánchez-Nos maltrataron y desnudaron en la cárcel

La manifestante denuncia el uso irracional de armas por parte de la fuerza pública.

Tengo 34 años, el 12 de julio de 2018, después de haber participado en una marcha pacífica con mi hermana de 32 años, en Managua-Nicaragua, nos detuvieron la policía y la parapolicía. Fue una detención violenta y arbitraria, nos dispararon, nos tiraron al piso como si fuésemos grandes delincuentes.

Nos tenían ‘enchachadas’ (esposadas), nos metieron a un microbús y una oficial disparó a matar a uno de los que estaban con nosotras. Fuimos trasladados a la cárcel El Chipote, terrible, infrahumana; luego, al sistema penitenciario de mujeres, ahí pasamos ocho meses terribles. Nos condenaron a 6 años por supuesto porte de armas.

Llegaban de madrugada a golpear portones, les tomaban fotos a nuestros niños (mientras estaban en sus casas) y las publicaban en sus redes sociales sin consentimiento y para amenazar. En tres ocasiones, un grupo de varones nos lastimó... nos desnudaban completamente y pasaban un aparato cerca de nuestras partes.

Génesis Dávila-Las torturas comienzan desde la detención

La activista de derechos humanos denuncia los casos ocurridos en Venezuela.

Represento a la organización Defiende Venezuela... Los crímenes de lesa humanidad, con patrones identificados, donde el acto de tortura comienza a partir de la detención, se cometen de forma generalizada y sistemática en contra de la sociedad civil en Venezuela.

Una de las historias más dolorosas ha sido la de quince jóvenes, en el estado Táchira, que permanecieron más de quince días en una ‘perrera’ (parte trasera de un camión). A ellos, todos los días les tiraban bombas lacrimógenas, al menos, tres veces al día, se les obligaba a orinar y defecar en envases y bolsas y, después, sus heces y orinas eran lanzadas a ellos.

Otro caso, Luis Alexander Bandres, un militar que se alzó en contra del régimen de Nicolás Maduro, en su testimonio, dijo: “Me aislaron en un cuarto oscuro, me guindaron de brazos con cadenas, me asfixiaron, me pasaron corriente, me obligaron a comer mis heces, me dieron patadas en testículos, durante cinco días continuos. (I)