Inaugurada en el 2018, la Casa Grande del Pueblo en Bolivia se planeaba convertir en la sede principal del Ejecutivo. Allí se albergaba la Presidencia, Vicepresidencia y varios ministerios, aunque también la residencia de Evo Morales.

El gobierno interino de Jeanine Añez decidió abrir las puertas de la suite presidencial que tenía el exmandatario en el edificio más alto de Bolivia con 29 plantas, un helipuerto y a un costo de 34,4 millones de dólares.

En la planta 24, la vacía suite presidencial tiene un mural que incluye a líderes como Nelson Mandela y Fidel Castro; una sala de lectura con varias biografías de Morales; unas pocas prendas en la habitación principal, y un jacuzzi.

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Mural en la residencia presidencial de Evo Morales en la Casa Grande del Pueblo. Foto: AFP

En la habitación se observó una colección de nuevos billetes del Banco Central de Bolivia, varios objetos personales de expresidente, así como la cama con diseños indígenas. 

La ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, señaló que “parece una habitación de un jeque árabe, el derroche de dinero que se ha hecho para la construcción de este palacio realmente es un insulto para todos los bolivianos”.

Sala de reuniones en la Casa Grande del Pueblo. Foto: AFP

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Además denunció que durante esta semana un grupo de exfuncionarios ingresó para llevarse objetos de valor y documentación. En la sala de reuniones se habrían llevados obsequios que eran para el Estado boliviano.

Lizárraga afirmó que no utilizarán la edificación porque "el lujo es demasiado"(I)