El Instituto Geofísico (IG) aseguró este miércoles que no existen evidencias para la generación de un potencial colapso del flanco en el volcán Tungurahua, esto tras la difusión de los resultados de una investigación científica que asegura que el coloso muestra los rasgos distintivos de la inestabilidad en el flanco, lo que podría provocar un deslizamiento de tierra (lo que no implica una erupción).

Esta investigación -dirigida por el doctor James Hickey de la Escuela de Minas de Camborne (Reino Unido), y publicada en la revista Earth & Planetary Science Letters- sugiere que la actividad reciente del volcán ha llevado a una deformación rápida significativa en el flanco occidental.

Sin embargo el IG asegura que el trabajo de Hickey y otros está basado en un episodio de deformación ocurrido en noviembre 2015, y que dicho episodio de deformación no se ha vuelto a registrar. Agrega que a partir de los parámetros de monitoreo, el volcán Tungurahua no muestra en la actualidad ningún cambio en su actividad ni en su estabilidad.

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La entidad recuerda que en el año 2015 ocurrió una de las erupciones más importantes en cuanto a producción de ceniza del Tungurahua. Este volcán tuvo un periodo eruptivo que duró 17 años, desde octubre del 1999 hasta marzo del 2016. Después de marzo 2016, el volcán se ha mantenido en un periodo de calma, que se evidencia en los diferentes parámetros de monitoreo. Actualmente, su actividad sísmica se caracteriza por tener menos de 10 sismos al día y no se observa deformación o actividad superficial.

La investigación de Hickey recomendó que el volcán debe ser monitoreado de cerca. (I)