A través de la georreferenciación o geolocalización es cómo los productores cacaoteros ecuatorianos deberán demostrar a sus clientes europeos que el cacao que destinan para ese mercado no proviene de áreas afectadas por prácticas de deforestación o degradación forestal, según Merlyn Casanova, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao del Ecuador (Anecacao). De lo contrario, esas exportaciones estarían en riesgo por la aplicación, desde diciembre próximo, del Reglamento Europeo sobre Productos Libres de Deforestación (EUDR).