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Según la última información oficial del Gobierno sobre la situación de los embalses en Ecuador, los de Mazar y Paute, se reveló que se encuentran en condiciones críticas. El de Mazar registra un nivel de almacenamiento operativo del 0 %; el de Paute del 4 % en Paute. Asimismo, el caudal en la central Coca Codo Sinclair registró un déficit del 40 % con respecto al promedio histórico.

Esto se traduce en que el déficit energético que enfrentaría el país en este mes se ubicaría entre 22 y 27 GWh por día. Sin embargo, el analista energético Fernando Salinas resaltó que lo indicado por el Gobierno quiere decir que Mazar ha salido de operación. “De hecho el decreto está para que la gente (público y privados ) no consuman energía estos dos días, 18 y 19 de abril, para almacenar un poquito de agua y no complicar a las centrales de Paute-Molino y Sopladora que quedan aguas abajo. La situación es calamitosa”, lamentó el experto.

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Pero, ¿por qué bajan o suben los embalses y en qué tiempo pueden llegar a su máxima o mínima capacidad?

El analista energético explicó que la cota máxima de Mazar es de 2.153 metros sobre el nivel del mar (msnm). Según, los últimos datos la cota se habría ubicado el 15 de abril en 2017 (msnm), y la cota mínima de operación de Mazar es de 2.115, según Salinas.

Salinas explicó que las cotas de los embalses sirven como un indicador para controlar la cantidad de agua y energía acumulada. Mazar es el embalse más grande del país destinado para generar electricidad, con 400 millones de metros cúbicos, y tiene una regulación mensual , es decir, desde su cota máximo de operación hasta su cota mínima tiene un tiempo de vaciado de alrededor de un mes, según Salinas.

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¿De qué depende que se recupere el embalse?

Salinas indicó que básicamente de que llueva copiosamente en la cuenca hidrográfica de Paute. Otros factores aparte de la sequía en Paute, según el experto, son:

1. Corte de exportaciones de electricidad desde Colombia que era el 5 % de la energía diaria que consumimos como país. 2. La indisponibilidad del parque térmico. Alrededor de 700 MW están fuera de operación por falta de mantenimiento.

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Sin embargo, afirmó que esos son los problemas coyunturales y que hay problemas estructurales que siguen también sin resolverse. En este sentido, Salinas enumeró cinco problemáticas:

1. La falta de inversión en infraestructura eléctrica en todos los segmentos de la industria, especialmente en generación. No invierte el Estado y tampoco la empresa privada.

2. La politización de las empresas públicas que dotan este servicio. Esto hace que las gerencias y directorios no estén ocupados por profesionales del sector.

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3. Fijación de una tarifa deficitaria para el servicio de electricidad. No se incluye en los costos de la tarifa los costos de inversión que permitan la construcción de nuevas centrales de generación.

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4. Ineficiencia en las empresas públicas de energía eléctrica. Las pérdidas del sector alcanzan a nivel nacional un 15 %. Esto no coadyuva a tener finanzas sanas en el sector eléctrico. (I)