De acuerdo con la ejecución presupuestaria del Ministerio de Economía y Finanzas, hasta diciembre, el Gobierno estaría debiendo $ 465 millones, pues ha pagado $ 832 millones cuando lo que debía haber cancelado son $ 1.267 millones. Esta cifra se suma a las que expusiera el presidente del IESS, Francisco Cepeda, y que refleja la sensible relación IESS-Estado.

Es que Cepeda dijo en entrevista con este Diario que el Gobierno tiene una abultada deuda con el IESS ($ 8.175 millones, de los cuales $ 4.300 millones son de salud y $ 2.758 millones de pensiones, a más de otros saldos). Pero además aclaró que el fondo de salud está prácticamente colapsado; el de pensiones puede durar un par de años más. En consecuencia, el Biess, que ha sido un frecuente financista del Estado, ya no le podría continuar prestando al Gobierno, justamente por la enorme deuda que tiene y la falta de liquidez. Por ello sostuvo que es ya no hay más alternativas, sino que ha llegado el momento de hacer un acuerdo de pagos.

De acuerdo con los expertos, las salidas no son sencillas y pasan por buscar las maneras creativas de pago, hasta adoptar soluciones estructurales. Justamente, el presidente del IESS ha dicho que el Gobierno y el IESS están acordando las metodologías de cálculo, y que se ha hablado de opciones de pago que incluye una parte de la tarifa del OCP o incluso un pago desde el sector de telecomunicaciones.

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Sobre el tema, Henry Llanes, vicepresidente de la Asociación de afiliados, pensionistas y jubilados del IESS, explicó que su organización le había presentado al presidente Guillermo Lasso, en junio pasado, una propuesta a fin de que el Gobierno busque el cobro de regalías a las petroleras y que esos dineros vayan al IESS. También recordó que el presidente Lasso dijo en una entrevista a nivel internacional que se podrían transferir acciones del sector petrolero y minero, así como el tema de telecomunicaciones.

Dijo que le llama la atención que el presidente del IESS, Francisco Cepeda, reconozca que existe una deuda de $ 8.175 millones, pero que diga que solo han sido negociados $ 300 millones. A su criterio, si se llegara a reconocer toda la deuda, entonces se incrementaría el déficit del presupuesto general del Estado.

Para Llanes, sin el pago inmediato se están poniendo en riesgo los aportes y ahorros de los afiliados. No hay que olvidar, dijo que esas deudas que tiene el Estado, a través de los diversos gobiernos, son porque los han tomado de los dineros de los afiliados. El IESS ha tenido que cubrir las atenciones de salud de personas que no están afiliadas y esto se encuentra en la ley. Es decir, los gobiernos actuaron de manera irresponsable.

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Coincidió con Cepeda en que al momento el Biess ya no tiene más dinero para prestarle al Gobierno. Consideró que el Gobierno, por su parte, debe buscar cómo hacer más rentables sus contratos petroleros o las telecomunicaciones, a fin de tener más ingresos. Piensa que debe irse de manera urgente a una reforma de ley que corrija las distorsiones que existen ahora como por ejemplo la atención de hijos de los afiliados hasta los 18 años, pues estas prestaciones no cuentan con un financiamiento adecuado. Para Llanes, solamente después de que se ponga la casa en orden, entonces se podría empezar a pensar en hacer reformas más de fondo como incrementar la edad de jubilación o aumentar los aportes.

Para Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, el tema de que el Gobierno le pague al IESS no resuelve el problema de la seguridad social. El gran problema es que el IESS se está consumiendo los fondos, porque los ingresos son menores a los gastos que tiene, y eso se debe corregir.

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Según el experto, no hay que perder de vista que la situación del Gobierno es compleja y que el 40 % de las pensiones que debe entregar por ley se le está convirtiendo en una carga cada vez más pesada.

Además asegura que el Gobierno podría pagar parte de la deuda existente con activos, pues no cuenta con liquidez, y que seguramente el IESS deberá vender estos para obtenerla. Sin embargo, insistió en que todo esto es tratar los síntomas, pero no la verdadera enfermedad, que es que el IESS no tiene los suficientes recursos para cubrir los beneficios existentes. También señaló que actualmente los dineros que debe entregar el fisco al IESS van en beneficio de apenas tres de cada diez ecuatorianos, porque esos son quienes tienen un trabajo adecuado y están afiliados.

Sobre la advertencia desde el IESS de que ya no se podría entregar más dinero al Gobierno para financiarlo, dijo que en la práctica es imposible que el Biess no continúe renovando los bonos al Gobierno, lo que sí es que van a tener que negociar cuánto se renueva y cuánto no.