La discusión entorno al futuro de la dolarización se ha intensificado los últimos días, a las puertas del inicio de la campaña electoral. Una de las aristas del debate ha sido cuánto dinero en efectivo, billetes y dólares, circulan en la economía, ya que algunos actores políticos han hablado de la posibilidad de pensar en alternativas virtuales para disminuir la dependencia del dinero físico, y del acuñamiento de monedas fraccionarias a cargo del Banco Central del Ecuador (BCE).
A enero de 2025 la liquidez total del país tuvo un saldo de $ 88.682 millones, que equivale alrededor del 80 % del producto interno bruto (PIB). Es un buen síntoma del estado de la dolarización, analizó el economista Andrés Albuja, quien mencionó que si la relación con el PIB bajaría del 60 % sería una alarma.
La liquidez comprende dinero en efectivo, depósitos a plazo, ahorros, entre otros instrumentos, describió Albuja.
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Dentro de este rubro, las especies monetarias en circulación (billetes y monedas) registraron $ 19.925,6 millones, esto es un aumento anual del 2,2 %, según un reporte del BCE.
La economista Verónica Artola, exgerente del BCE, aclaró que los datos del Central son estimaciones del flujo de dinero contante y sonante que circula en el país, que se calculan con base en fórmulas matemáticas.
Explicó que no se puede tener un registró exacto del efectivo circulante porque, por un lado, desde que inició la dolarización, en el año 2000, Ecuador perdió la capacidad de imprimir billetes. Por otro lado, al país ingresan dólares a través de actividades ilícitas y de eso tampoco se tiene un dato preciso.
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Si bien el Central da una idea aproximada del efectivo que circula en la economía ecuatoriana, la cantidad podría ser mayor, anota Artola.
“Cuando se tiene un Banco Central que puede emitir moneda se sabe exactamente cuando dinero se produce. El problema de estar dolarizados es que no podemos cuantificar realmente las especies monetarias en circulación. Desde el año 2000 hasta acá, las especies monetarias se miden con estimaciones y con una fórmula matemática, ya no con dólares contantes y sonantes”, indicó.
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De los casi $ 20.000 millones en especies monetarias, la exgerente del Central estimó que alrededor de $ 80 millones corresponderían a las monedas fraccionarias.
Aquello da cuenta que el peso de las monedas acuñadas es mínimo frente toda la masa monetaria. “No hay ningún riesgo con eso y la dolarización”, agregó Albuja.
Considera que no hace mucho sentido pensar en aumentar la cantidad de moneda fraccionaria por los costos para su fabricación y puso como ejemplo que Estados Unidos anunció que dejará de acuñar moneda de 1 centavo porque su costo de producción es alto. Además, añadió que la tendencia mundial es disminuir el uso de efectivo por medios de pago digitales
Acuñación de monedas fraccionarias
Las monedas fraccionarias nacionales, que acuña el Banco Central, así como los medios de pago digitales, entraron al debate tras las recientes declaraciones de las asambleístas del correísmo Paola Cabezas y Gissela Garzón, en una entrevista en Ecuavisa, el 16 de marzo, donde la primera legisladora sugirió “hacer una dolarización a la ecuatoriana”, pensar en “mecanismos para generar nuevos dólares y “desincentivar el consumo del billete físico”,
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Las asambleístas se refirieron a las monedas fraccionarias, indicando que tienen el mismo valor que el dólar estadounidense. Y además señalaron que se debe desincentivar el consumo del dinero en efectivo.
Garzón mencionó las billeteras digitales de entidades financieras que actualmente operan en el país. Y señaló que la idea es para “cuidar la dolarización”.
Mientras, Cabezas recordó que el país no puede imprimir dólares, por lo que se importan divisas. “Lo que deberíamos hacer para fortalecer la dolarización es desincentivar el consumo del billete físico”, dijo e insistió que es algo que “todos tienen” cuando se usan medios de pago digitales, como las billeteras electrónicas. “Debe tener respaldo en el banco”, remarcó.
La moneda fraccionaria nacional, que lleva los rostros de ilustres personajes ecuatorianos, no es producida en el país, sino que el Banco Central contrata los servicios de casas de moneda de otros países.
Ecuador solo tiene autorización para producir sus propias monedas fraccionarias, que únicamente tienen validez dentro del país. No puede emitir dólares, ya que aquello es una potestad exclusiva de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), desde donde se importan billetes y monedas.
El primer proceso de acuñamiento se llevó a cabo entre los años 2000 y 2003, por un valor total de $ 90,4 millones, de acuerdo con cifras del BCE. Las denominaciones de las moneras son de 5, 10, 25 y 50 centavos.
En diciembre de 2023 se puso en marcha el último programa para poner en circulación $ 44,3 millones hasta el año 2025, con el fin de reemplazar más de 287 millones de piezas que cumplieron su vida útil.
El costo de ese proceso se anunció en $ 10,6 millones para el Banco, que en su momento destacó que la operación era más económica porque la importación desde la FED habría significado un costo de $ 45,2 millones.
Los $ 44,3 millones que circularán por el programa de acuñación estarán 100 % respaldados por activos líquidos administrados por el Banco.
En 2023 el BCE importó monedas desde la Reserva Federal por un valor de $ 38,1 millones, lo que representó una disminución del 18,8 % en comparación con 2022, cuando el monto de importación fue de $ 46,95 millones.
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El Código Orgánico Monetario y Financiero dispone que la circulación, canje y retiro de dólares de los Estados Unidos, así como, la acuñación y desmonetización de la moneda metálica fraccionaria nacional en Ecuador, corresponden exclusivamente al Banco Central.
El BCE es la única entidad autorizada para proveer y gestionar moneda metálica fraccionaria nacional, equivalente y convertible a dólares de los Estados Unidos, con respaldo de los activos de Reserva, dice el Código.
Asimismo, la norma establece que las especies nacionales acuñadas se registran como un pasivo del Banco Central, que debe estar respaldado con activos de la reserva internacional.
Al 15 de marzo, las reservas internacionales ascendieron a $ 8.425 millones.
Al respecto, el gerente del Banco Central, Guillermo Avellán, destacó el martes 18 de marzo que las reservas incrementaron $ 1.526 millones respecto del cierre de diciembre de 2024.
“Este nivel de RI permite cubrir el 100 % de la moneda fraccionaria nacional en circulación y los recursos de las entidades financieras públicas, privadas y de la economía popular y solidaria depositados en el BCE”, afirmó Avellán y ratificó que los datos oficiales muestran que no hay “ninguna evidencia que existe una supuesta fuga de capitales en la economía ecuatoriana”, como han especulado actores políticos.
Por otro lado, los economistas Albuja y Artola señalaron que tanto la moneda fraccionaria como los dólares de EE.UU. no tienen un respaldo real.
Recordaron que desde el abandono del sistema de Bretton Woods, en la década de 1971, las monedas no están respaldadas por metales preciosos, como el patrón oro, sino que su valor se basa en la confianza y poder fiduciario.
Los expertos coincidieron en que la dolarización se muestra firme y que podría correr riesgos dependiendo de las políticas que se adopten. (I)