A menos de un mes para que finalice el año lectivo para el régimen Sierra – Amazonía, ya existen procesos de admisión en marcha en distintas instituciones educativas privadas para el siguiente ciclo, el 2023-2024, lo que confirma también la recuperación de estos negocios, según un estudio levantado por Oikonomics Consultora Económica, con información sobre los precios de matrículas y pensiones de los colegios particulares con más estudiantes.

De esta manera, con base en cifras del Servicio de Rentas Internas (SRI), la consultora confirmó que los centros de educación básica inicial, superior y de bachillerato complementario a nivel nacional han experimentado un crecimiento sostenido desde el 2020, donde registraron ventas de $ 537 millones. Para 2021 el monto fue un 10 % superior ($ 589 millones) y en 2022 el crecimiento interanual alcanzó el 11 % ($ 651 millones).

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Las ventas de estas instituciones educativas representan, en promedio, el 30 % de todas las registradas por las actividades económicas relacionadas con la enseñanza.

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Oikonomics centra su estudio en Quito, donde los valores mantienen la misma tendencia que a nivel nacional. En el 2020, las ventas de estos centros de educación ascendieron a $ 222,5 millones, en 2021 el crecimiento fue moderado, registrando una variación de apenas un 0,22 % con respecto al año anterior ($ 222,8 millones), y en 2022 la tasa de crecimiento anual registró montos similares a los nacionales, con un 11 % ($ 245,4 millones).

De igual forma, las ventas en Quito de estos centros de educación representan, en promedio, un 29 % del total generado por todas las actividades relacionadas con enseñanza.

Según explica Andrés Rodríguez, gerente general de Oikonomics, aunque estos datos muestran que las instituciones educativas han experimentado un crecimiento en su nivel de ventas, cada institución mantiene sus diferencias, y una de las más notorias es el número de estudiantes.

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¿Esto significa que el incremento de ventas se debe a un alza en los valores de las matrículas y pensiones y no del número de estudiantes?

Rodríguez aclara que las ventas de las instituciones educativas muestran la evolución del sector en agregado, y el estudio toma en cuenta únicamente a los estudiantes registrados en el periodo 22-23 y los precios de matrículas y pensiones para el periodo 23-24. “Por esto, no mencionamos, ni afirmamos, que las instituciones mantienen el mismo número de estudiantes, ni que el incremento se debe a un alza en los valores de matrículas o pensiones”, sostiene el experto, quien agrega que el crecimiento de ventas puede responder a muchos factores de las instituciones o de la misma demanda.

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Por su parte, el analista económico Jorge Calderón, recuerda que en 2020 la pandemia generó que un segmento poblacional abandone los estudios en planteles fiscales, pero en los particulares ocurrió una migración de los estudiantes del sistema privado al público; y también a planteles particulares más baratos, lo que generó una baja en las ventas ese año, sumado a que los establecimientos redujeron sus costos para ser más accesibles.

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Sin embargo, en los años posteriores con la recuperación económica y el paso a la modalidad híbrida y luego con el regreso de nuevo a la presencialidad en las clases, las instituciones retomaron los cobros habituales y la facturación empezó a aumentar.

“Sin duda se recupera todo, los padres de familia que tuvieron recortes en sus sueldos o en alguna situación que los afectó la pandemia, empiezan a regresar a sus hijos a las instituciones, de las públicas a las privadas o de la privada que se trasladaron para pagar menos a la institución que originalmente estaban”, explica Calderón, quien agrega que además muchas instituciones realizaron implementaciones tecnológicas e innovaciones educativas que las facultan, bajo la disposición del Ministerio de Educación, a incrementar el valor de las pensiones, lo que también incide en el crecimiento de la facturación.

¿Cuánto se paga en matrícula y pensiones?

Oikonomics recopila información sobre los precios de matrículas y pensiones correspondientes al periodo lectivo 2023 – 2024, los datos fueron extraídos de las páginas web de cada institución educativa, así como de manera telefónica.

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Los resultados para los centros clasificados por Educación General Básica muestran que la matrícula promedio asciende a $ 190,84, mientras que la pensión promedio es de $ 281,27. Estos datos implican que, en promedio, 1 de cada 10 estudiantes particulares, en centros presenciales ubicados en el área urbana de Quito pagan el 42,4 % de un Salario Básico Unificado (SBU) -que está en $ 450- por concepto de matrícula, y un 62,5% de un SBU por concepto de pensión.

Si se consideran ambos montos, y el total a pagar en el año lectivo, el alumno en la modalidad mencionada pagará lo equivalente a 6 salarios básicos ($ 2.722,3), en promedio.

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La consultora recalca que los valores de los centros de educación pueden variar dentro de los niveles de EGB, pues existen colegios que diferencian sus precios para básica y básica superior.

En cuanto a los centros educativos clasificados por estudiantes en bachillerato, el precio de matrícula promedio es de $ 166,40, y la pensión de $ 240,76. Al igual que con la anterior segmentación, se puede afirmar que 1 de cada 10 estudiantes de esta modalidad pagan el 37 % de un SBU por matricularse y el 54 % de un SBU en cada pensión.

En conjunto, el año lectivo para este tipo de estudiante de bachillerato cuesta 5,2 SBU o en promedio $ 2.357,7.

El estudio aclara que cada centro educativo utilizado para este análisis mantiene diferencias en sus precios de matrículas y pensiones, así como en los gastos adicionales en los que incurre un padre de familia al mantener a su hijo en un colegio, como el transporte, uniformes, alimentación, actividades extracurriculares, etc.

Algunas de las posibles razones por las que cada institución mantiene estas diferencias en precios son: la variedad de modelos pedagógicos empleados, enfocados en distintos aspectos y valores. (I)