Durante un poco más de cuatro meses, desde febrero hasta el jueves 6 de junio pasado, nueve empresas exportadoras de camarón no pudieron enviar sus productos debido a una suspensión impuesta por las autoridades chinas que alegaron presuntas detecciones de niveles de metabisulfito de sodio por encima de los niveles permitidos en los envíos de camarón entre febrero y marzo del 2024. Esto, según cifras de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA) representó un descenso del 27 % del volumen de exportaciones del crustáceo a China en el primer trimestre de este año.