En el 2022 Ecuador produjo 495.000 toneladas de carne de pollo, 15.000 toneladas más que en el 2021, lo que representó un incremento de 3,13 %, según cifras reveladas por la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave), que resaltó el incremento de producción pese a adversidades que el sector enfrentó como el paro indígena y la pandemia.

Sin embargo, este crecimiento no es suficiente para alcanzar los niveles pre pandemia del 2019, cuando la producción llegó a 528.799 toneladas de carne de pollo (6,83 % más que en 2022) y solo igualó las cifras del año de pandemia (en el 2020 se produjeron 495.732 toneladas). En el 2021 fueron 480.357 toneladas.

Pequeños productores de huevos realizaron plantón en Quito para exigir soluciones concretas al Gobierno sobre los brotes de gripe aviar

Un caso similar sucede con la producción de huevos. Según Conave, en el 2022 se produjeron 3.812 millones de huevos, menos que en el 2019 cuando fueron 3.944 millones de unidades. En el 2020 fueron 3.436 millones, mientras que en el 2021 salieron de las granjas 3.507 millones de huevos.

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Pero, pese al ligero crecimiento del 2022, el 2023 inicia con un nuevo reto para la industria que desde finales de noviembre pasado presenta brotes de gripe aviar, que hasta la fecha han afectado a granjas avícolas de Cotopaxi, Bolívar y Tungurahua.

Conave, el 12 de diciembre del 2022, en su último comunicado sobre el tema, aseguró que la capacidad productora del país estaba garantizada con las 1.800 granjas que existen a nivel nacional y que producen 495 mil toneladas de carne de pollo, 21 mil toneladas de carne de pavo y 3.800 millones de huevos de mesa.

Diana Espín, directora ejecutiva de Conave, destacó en esa ocasión que la cadena productiva del sector representa $ 4.200 millones y más de 300 mil fuentes de empleo.

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No obstante, hasta antes de los dos últimos brotes de influenza aviar detectados y contenidos en la provincia de Tungurahua, según informó el Ministerio de Agricultura y Ganadería el lunes 16 de enero, más de 867.000 aves habían sido infectadas por el virus; aunque Patricio Almeida, director ejecutivo de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), calculó que las infectadas solo representan del 0,15 % al 0,20 % del total nacional.

Sin embargo, en Tungurahua, donde se detectaron los dos últimos brotes del virus, las ventas de carne de pollo bajaron el 50 % esta semana, según comerciantes del mercado de Ambato.

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La venta de pollos baja en mercados de Ambato mientras avicultores refuerzan medidas para evitar impactos por gripe aviar

Por su parte, Marisol Molina, directora ejecutiva de la Unión de Productores de Huevos (Uniproh), asegura que el sector avícola de la provincia está preocupado por las dos plantas avícolas del cantón Cevallos en donde se detectó la gripe aviar; y piden que se refuercen las medidas de bioseguridad para evitar más brotes.

Pequeños avicultores de Uniproh solicitaron lo mismo la tarde del miércoles pasado, en Quito, durante un plantón en las afueras del MAG.

Molina indica que desde diciembre del 2022 hasta la fecha se han sacrificado 1 millón de aves en siete granjas intervenidas por Agrocalidad, lo que representa para Uniproh, la Asociación de Fabricantes de Alimentos Balanceados y Avicultores de Tungurahua (Asofabat) y la Asociación de Avicultores de Cotaló (Asavico) el 6 % de su producción. Los tres gremios a su vez representan el 90 % de la producción de huevos a nivel nacional.

“Un millón de aves sacrificadas aproximadamente, y son casi $ 8 millones en pérdidas sin considerar el despido de la gente, las deudas que se quedan pendientes porque las familias ya no tienen cómo trabajar”, lamenta Molina, quien asegura que la mayor preocupación es que después de intervenir las avícolas no hay un plan para que los avicultores puedan reactivarse.

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La dirigente añade que la situación de su sector arrastra a otros de la cadena como los proveedores de soya, maíz, cubetas, materias primas, medicamentos, entre otros. El sector pide la creación de un financiamiento a largo plazo. “Que exista la posibilidad de que se le pueda compensar de alguna forma a estas personas que han sido afectadas”. La directora de Uniproh además indica que es necesario un seguro avícola para cubrir la producción, pues asegura que la influenza aviar es una enfermedad de largo plazo y que va a quedar perenne en el país.

Para Molina, las acciones de las autoridades, como la contención de la enfermedad en las fincas afectadas y los monitoreos, ya no serían suficientes y cree que es necesario pasar a actividades más específicas como un plan agresivo de vacunación de aves, por lo que pide al Ministerio que se permita la importación de estas desde países que ya tienen la enfermedad desde hace más de treinta años, como México y Estados Unidos.

¿Cómo llegó al Ecuador? Molina asegura que fue a través de aves migratorias que en estos meses de frío pasan de países de América del Norte a América del Sur. “Estas aves tienen la enfermedad, pero son asintomáticas, para nuestro caso estas aves bajan a tomar agua y alimentarse, solo el excremento de estas aves puede provocar que nuestras aves que están en las granjas se infecten”. Advierte que la enfermedad es muy agresiva y mata las aves infectadas en horas.

Brotes de gripe aviar prende las alarmas en países de la región que emitieron una declaración conjunta

Mientras, sobre las expectativas para el 2023, Molina proyecta un decrecimiento. “El sector va a decrecer, se está afectando la producción, la gente tiene miedo de volver a alojar gallinas ponedoras, porque justamente no hay una situación segura de que se pueda producir a largo plazo”.

Desde Conave, en cambio, Juan Francisco Jaramillo, coordinador del gremio, señala que “todavía no lo podríamos decir con certeza. Hay algunos factores productivos, como importación de material genético, cuya tendencia en las siguientes semanas indicarán cómo se comportará la producción”. (I)