La Comisión Interdisciplinaria para que evalúe la situación del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y prepare un proyecto de ley enfocado en el sistema de pensiones continúa su trabajo y ha pedido un periodo de gracia hasta julio para presentar la propuesta de ley. Augusto de la Torre, quien la preside, explica que no se quiere realizar cambios paramétricos en edad ni aportes, pero buscarán hacer una reforma que permita que el fondo de pensiones y la contribución sean sostenibles. De la Torre explica en qué consisten los temas gruesos de la propuesta integral que la Comisión presentará al presidente Guillermo Lasso y a la sociedad para su análisis.

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¿Qué va a pasar con el trabajo de la Comisión interinstitucional tras la muerte cruzada? ¿Siguen trabajando, se detuvo el proceso?

Lo que nosotros hicimos fue enviarle una carta al presidente de la República, Guillermo Lasso, explicándole que necesitábamos más tiempo para poder entregar los resultados. Le solicitamos que, si no tenía inconveniente, nos pudiera dar un mes más de plazo. El presidente nos ha respondido de manera positiva. Estaba previsto entregar el informe en mayo y ahora lo haremos en julio. Mi plan personal es realizar el trabajo de datos duros en estas tres semanas, y posteriormente presentarlo al presidente y también a la sociedad: realizar presentaciones en Quito, Guayaquil y Cuenca con académicos y medios de comunicación.

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¿Pero qué va a pasar con estos informes?, pues ya queda poco tiempo.

La Comisión va a entregar el informe escrito, un borrador de ley. No puedo anticipar qué va a pasar, pero el presidente podría escucharlo y considerar que se trata de un tema urgente y enviar una reforma por decreto, pero esto debe consultarlo con la Corte. El presidente no se ha comprometido a nada. Quiere ver y digerir la propuesta. Sin embargo, esta propuesta no se explica en tema minutos, tiene muchas complejidades. La idea es darle la oportunidad al propio presidente, a la gente del IESS a que opinen, que pregunten, que la sociedad lo discuta. El presidente también podría dejar para que el próximo Gobierno lo trate.

¿Cuáles han sido los temas de mayor complejidad de tratar?

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Ha sido la data que se necesita para hacer los cálculos o corridas actuariales, presentarlos a los especialistas del IESS para que ellos comparen con lo que podrían hacer con sus propias proyecciones. Hay un tema puro y duro de datos que requiere trabajarse con cuidado, especialmente los que tienen que ver con las reformas del fondo de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).

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¿Hay hallazgos en este tema de las pensiones?

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Hay un déficit actuarial enorme que crece más rápido que el 40 % con el que el Estado contribuye. Y ese 40 % también crece por lo que uno dice, el Estado no va a poder cumplir con ese 40 % a futuro. Es que lo que se ve claramente es que hay una trayectoria que es explosiva, tiene un peso fiscal no sostenible y un déficit que es tan grande que el fisco no lo puede cubrir. Lo que el Gobierno da a pensiones es el segundo subsidio más grande luego del de los combustibles. Al IESS le da unos $ 2.000 millones, pero además hay subsidio del Isspol, del Issfa, también debe pagar salud. Si esa contribución fuera estable, sería más manejable. Pero va creciendo año a año, incluso más rápido que el PIB.

¿Tienen previstas propuestas para este problema?

Nosotros estamos haciendo proyecciones, para tratar de no topar las edades mínimas de jubilación que es un tema sensible. Tampoco queremos topar la tasa de aporte. Se podría hacer una propuesta de subir la tasa de aporte al IESS, pero esto es difícil de llevar a cabo para trabajadores independientes y empresas. En este sentido, si no tocas la edad ni aportes, habría que hacer otras modificaciones. En este sentido hay un menú de cambios posibles, para bajar el déficit y que la contribución sea sostenible para el fisco y sean tolerables para la sociedad. Las siguientes tres semanas vamos a estar concentrados en ello: en ver qué cambios paramétricos se pueden hacer. Es importante entender que en Ecuador este problema no se puede esconder: o hay dólares para pagar pensiones o no los hay. En otros países, como por ejemplo Argentina, la inflación diluye las pensiones. En cambio, en Ecuador, al ser dolarizado, la inflación no se materializa. Por lo tanto, si Ecuador no consigue cerrar los déficits a través de una reforma, o va a tener que dejar de pagar pensiones o va a tener que salirse de la dolarización. Esto no es que va a pasar mañana, sino en tres o cuatro años.

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Estamos actualizando los flujos de caja. Una cosa que ha pasado, que no anticipamos cuando hicimos el diagnóstico, es que se pensó que la población afiliada al IESS no iba a rebotar muy rápido luego del COVID. Pensábamos que no se iba a recuperar tan pronto la afiliación, pero la gente se ha vuelto a afiliar más rápido. Esto hace que haya una mejor situación para los siguientes dos años. Sin embargo, el problema estructural sigue ahí.

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También se habló de dividir los seguros de pensión y salud y de un sistema multipilar. ¿Esto sigue en pie?

Claro que sí. Tenemos una propuesta integral: la comisión va a proponer que se mantenga una pensión vitalicia, pero con cambios para reparar el IVM. Pero esa no es la única propuesta, pues se plantean cambios a la institucionalidad del sistema como por ejemplo que se separen las gobernanzas de salud y pensiones para que estén en manos de personas más especializadas, más enfocadas en cada campo. Adicionalmente tenemos la propuesta sobre los derechos adquiridos que está cada vez más afinada, y otra de complementar el sistema de planes de ahorro. Es que una buena noticia es que somos más conscientes de que en Ecuador ya existe un ecosistema de ahorro para la vejez, que está ahí, pero que no se lo ve.

¿Cuál es ese ecosistema?

Los afiliados ya tienen un fondo de ahorro para la vejez que es el fondo de cesantía, que está dentro del IESS, pero se ha convertido en un fondo de ahorro importante. El ecuatoriano recibe además de su jubilación el fondo de cesantía, que tiene nombre y apellido. Existe también el fondo de desempleo, para que funcione mejor, pues se demostró que en pandemia funcionó, pero no tan efectivamente. Además, en el sector privado hay fondos de ahorro previsional que con ciertas reglas se administra particularmente, como por ejemplo el fondo de los profesores de la Universidad Central, de la Espol, de la Universidad Católica. La idea es proponer fortalecer estos fondos de ahorro, que se ordene mejor este ecosistema. Lo cierto es que con el cambio demográfico van a necesitar planificar la vejez con el fondo de ahorro. Podemos ir construyendo sobre esa base. (I)