Las exportaciones de camarón crecieron el 54 % de enero a septiembre de 2022, colocando a este producto como el principal de la canasta no petrolera ni minera con $ 5.676 millones en divisas. Su principal destino es China con $ 3.047 millones.

Sin embargo, pese al buen desenvolvimiento de la industria, que este año creció alrededor del 28 %, 18 % más que en el 2021, según José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), localmente enfrenta un impacto en el precio que ha llevado a pequeños y medianos productores a anunciar un paro productivo para el 7, 8 y 9 de diciembre con el fin de no vender camarón a las grandes empacadoras.

Los productores aseguran que en septiembre las empacadoras pagaban la libra de camarón de 18 gramos a $ 1,65 o $ 1,67, en la segunda quincena de octubre bajó a $ 1,22 e incluso decreció hasta $ 1,08, una reducción promedio de cerca de $ 0,40 la libra que les representa pérdidas de alrededor de $ 40 millones.

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Pequeños camaroneros reclaman por el precio que reciben en empacadoras y anuncian paro productivo de 3 días en diciembre

Aunque Camposano aseguró que, desde lo institucional y lo personal, respeta el derecho que tienen los productores a la protesta, que está consagrado en la Constitución, aclaró que la medida anunciada por los productores no es compartida por el 100 % de la cadena, pues hay productores que ya tienen planificadas sus cosechas y volúmenes de producción y no pueden sumarse a una medida de este tipo, aunque reiteró que es respetable en la medida en que se respete el derecho de otros a seguir trabajando.

“Entiendo que es una medida a la que ha plegado un grupo organizado de productores y ellos sabrán por qué la toman, qué efectos esperan derivados de esta medida, ellos sabrán justificar si es eficiente o no lo es”, manifestó el titular de la CNA, quien sin embargo advirtió que lo que no cabe es el señalar que no les venderán a las “grandes empacadoras”. Indica que “empacadoras hay muchas en el país y son de diversos tamaños, todas operan bajo la misma figura de procesar camarón, buscar mercados y colocar ese camarón. Son una parte de la cadena y ellos también tomarán las medidas pertinentes respecto del abastecimiento de materias primas y demás, hay pedidos con los que hay que cumplir”.

No obstante, reconoció la problemática de caída de precios que exponen los productores, pero también recordó que para el sector camaronero el 2021 fue un año de buenos precios y que exceptuando las caídas de noviembre y abril, en los demás meses del 2022 no se dio este problema.

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“Efectivamente, en las últimas cinco semanas se ha experimentado una caída considerable en los precios del camarón, no es la primera vez que sucede en el año, es la segunda vez, la primera vez fue a fines de marzo y principios de abril”, especificó el dirigente gremial, quien recordó que los precios de todo producto exportable se rigen por la ley de la oferta y la demanda en todas las economías libres de mercado.

Explicó que el crecimiento del 28 % de la industria significa que desde el país existe una mayor oferta de camarón, que hasta el día de hoy ha encontrado mercados para ser ubicados, mayoritariamente en Estados Unidos.

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“Eso se debe a que tenemos más capacidad para procesar camarón, para pelar camarón, para sumar valor agregado y esa capacidad se debe a que los empresarios del sector exportador de todo tamaño, que los hay en ese segmento de la cadena, han hecho inversiones para poder tomar este camarón, procesarlo y poderlo enviar a Estados Unidos”, resaltó Camposano, quien agregó que en 24 meses el país ha duplicado esa capacidad y que sin esas inversiones del sector exportador ahora la situación de precios sería más crítica.

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¿Por qué bajan los precios del camarón?

Camposano explicó que esto se debe a la sobreoferta del crustáceo y a la poca demanda que impacta en el precio. Por ejemplo, la demanda en el mercado europeo prácticamente no ha crecido, principalmente afectada por la guerra entre Rusia y Ucrania que impacta en la economía de ese mercado por el incremento en el costo de la energía.

“Usted tiene que pagar una cuenta de energía, el consumidor tiene que dejar de comprar ciertos bienes sabiendo que esa cuenta de energía que sube encarece otros bienes, entonces ha afectado la economía europea que no ha crecido en consumo de camarón. Nosotros tenemos más camarón y esa economía, nuestro tercer mercado más importante, no ha crecido”, sostuvo el dirigente.

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En el caso de Estados Unidos, pese a crecer casi el 10 % respecto del 2021, aseguró que es insuficiente debido a la ola inflacionaria.

Aunque el factor más importante en la caída de precios, según el presidente de la CNA, es que China, el principal mercado del camarón ecuatoriano, continúa con sus medidas de COVID cero que han afectado a diversas ciudades que nuevamente están con confinamientos, cierres parciales y totales, lo que impacta en el consumo. “Cuál es el problema con China, que Ecuador ha vendido un 60 % más de camarón a China y ese volumen de venta lo que hace es que se mantengan estos inventarios que, al no poder consumirse nuevamente, evitan que se den nuevos pedidos. Cuando usted tiene una caída de la demanda, pero tiene una oferta creciente, ese efecto al final que queda es el efecto de caída de precios”.

En 10 años Ecuador quintuplicó su producción, pero solo creció el 10 % en hectáreas

Sobre el pedido de los pequeños y medianos productores de prohibir la construcción de nuevas camaroneras mientras dure la sobreoferta mundial y establecer un mecanismo de cupos de exportación por hectárea de camaroneras regularizadas sin disminuir el total de libras exportadas el 2022, Camposano reconoció que el volumen de producción de camarón se ha quintuplicado en la última década, pero afirmó que el número de hectáreas de camarón en el país ha crecido a duras penas un 10 %, lo que demuestra que la ampliación de la frontera acuícola no está asociada al volumen de camarón de forma directa.

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“Lo que hay es una mayor productividad en las mismas fincas camaroneras que han estado construidas posiblemente hace más de tres o cuatro décadas”, aclaró Camposano, quien señaló que pensar que poner una moratoria a la construcción de nuevos predios soluciona un problema de demanda realmente no tiene sentido.

“Nuestros competidores también están creciendo, si Ecuador no crece lo que va a hacer es dejarles espacio libre a los competidores para que crezcan y, por el contrario, no vamos a abordar la problemática real que es la de la productividad de las unidades que por diferentes razones no han podido seguirle el paso a otro segmento de la producción que ha logrado estos avances tecnológicos que le han permitido ser eficiente...”. Para el presidente de la CNA, “poner límites a la productividad en función del que menos produce es castigar la eficiencia buscando que exista una igualdad hacia la ineficiencia de todos”. (I)