Las empresas que apuestan por impulsar criterios ambientales, sociales y de gobernanza no solo ganan en mejorar su cumplimiento de responsabilidad social, sino que también obtienen un impacto reputacional importante, mejorando a su vez su posición en el mercado. Incluso es rentable.

Esta es la reflexión clave que se obtuvo del encuentro empresarial organizado por Atrevia, PLANAMB y Sistema B Ecuador sobre los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) y su impacto en el país. En este espacio se resaltó el papel crucial que tienen las empresas para lograr un mundo más sostenible.

Es que las empresas que aplican el modelo ESG analizan cómo, desde su actividad, pueden mejorar lo que hacen, su entorno y el impacto que generan, utilizando la fuerza del mercado para abordar problemas que afectan a la comunidad en general. Su visión se centra en lograr una economía inclusiva que beneficie al planeta, mientras fomentan la transparencia empresarial y modelos de responsabilidad corporativa, priorizando tanto el interés social como el de cada uno de los actores involucrados en su ecosistema.

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En este sentido, Carolina Orozco, directora de PLANAMB, expresó que, “en la actualidad, adoptar prácticas ESG ya no es simplemente una tendencia, sino una responsabilidad positiva y, sobre todo, una necesidad para construir y mantener una reputación sólida en el mercado. No se trata de premios y reconocimientos, sino de saber que pasamos por el mundo dejando una huella positiva”. También comentó que hay casos en los cuales las empresas pueden acceder a financiamiento sostenible, lo cual incluso resulta rentable.

Carmen Sánchez-Laulhé, vicepresidenta de Atrevia para la Región Andina y Brasil, destacó el impacto positivo que la adopción de este enfoque puede tener en la reputación corporativa y en la percepción de la comunidad. “En momentos de incertidumbre, necesitamos generar confianza en nuestras audiencias. Eso no se logra con un bonito discurso, sino con acciones, siendo coherentes y consistentes con lo que decimos y hacemos. La sociedad demanda que las empresas se impliquen en los problemas y necesidades que nos rodean. Hacerlo otorga a las empresas credibilidad”, subrayó.

Conversatorio sobre empresas ESG fue organizado por Atrevia, PLANAMB y Sistema B Ecuador. Foto: Cortesía Atrevia

José Ignacio Morejón, director ejecutivo de Sistema B Ecuador, proporcionó datos sobre el aporte de las empresas B a la economía ecuatoriana (actualmente Ecuador tiene 26 empresas certificadas), traducidos en cifras: 4.862 colaboradores, alrededor de $ 7 millones en ingresos anuales y participación en 12 industrias. “Medir, gestionar y verificar nuestros impactos sociales y ambientales como empresas se convierte en una licencia para operar a largo plazo dentro de un entorno extremadamente volátil”, dijo.

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Según las cifras de B Lab Global, 7.759 compañías B certificadas en 92 países y 161 industrias están llevando a cabo estas prácticas, con un impacto directo en 704.050 trabajadores registrados en sus dependencias, subrayando así la amplitud y la significativa contribución de estas empresas hacia una economía más sostenible a nivel mundial.

Durante el evento se recordó que el gobernador del Banco de Inglaterra alertaba ya hace tres años de que las empresas que ignorasen el cambio climático acabarían en bancarrota. No ha sido la única autoridad en sumarse a este llamado. (I)