En la época de la colonia, entre los siglos XVII al XVIII, no existían los bancos, por tal motivo los nobles y ricos acostumbraban a guardar su dinero y sus joyas en los llamados bargueños, que no son otra cosa que muebles hechos de varios tipos de madera con incrustaciones de piedra o hueso con cajoncitos, gavetas, cerraduras especiales y varios cajones secretos de difícil acceso.

Cabe destacar que estas obras de arte, que son otra de las tantas herencias de la conquista española, contienen un especial misterio. Cuenta la historia que las personas que mandaban a hacer los bargueños, una vez que recibían su obra mandaban a matar o a cortar la lengua al artesano que realizaba dicha tarea. Esto tenía el propósito que no él diera a conocer los secretos de cada uno de los cajones.

QUITO (25-01-2024).- José Luis Jiménez, el artista construye los finos bargueños. / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

En el sector de La Ronda, en el centro histórico de Quito, en la casa 927 funciona un taller artesanal. Al entrar la primera impresión es el olor a madera, las diferentes obras de arte talladas y al fondo, dándole forma a la madera, José Luis Jiménez, el artista que tiene los conocimientos sobre las características de un buen bargueño.

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Para Jiménez, un bargueño es un mueble secretero, porque está formado por muchos cajones ocultos, que solo el que construye y el que compra saben en dónde están ocultos dichos cajones.

El artista recuerda que en épocas pasadas no existían los bancos, por lo que este tipo de muebles servían como la caja fuerte en las casas, es decir, era utilizado para guardar cosas de valor, por ejemplo, joyas, dinero o documentos importantes.

QUITO (25-01-2024).- José Luis Jiménez, el artista construye los finos bargueños. / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

Otra de las características del bargueño es su decoración en la parte externa. Cada uno de ellos es modelo y diseño únicos, es decir, nunca se repiten los modelos. Además, en este arte existe la posibilidad de que las personas pueden escoger el decorado y el diseño, y también, cuántos cajones secretos debe llevar sus bargueños. Este enigma queda entre el fabricante y el comprador. Esto se mantiene como tradición en la actualidad, dice Jiménez, quien aclara que lo que sí se ha dejado de hacer es mandar a matar o cortar la lengua del artesano.

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Jiménez asegura que la fabricación de este fino mueble dura de una semana a cuatro meses. Depende del tamaño, el diseño y las incrustaciones de hueso, concha perla o metal que lleve el bargueño, explica el artesano, quien aclara que todo este trabajo es realizado a mano.

QUITO (25-01-2024).- José Luis Jiménez, el artista construye los finos bargueños. / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

En cuanto al número de los cajones, Jiménez apunta que con los años de experiencia él aprendió a jugar con las proporciones. “Si construyó un bargueño de cuatro cajones exteriores, lo multiplicó por tres o por cuatro, que son de 12 o 16 cajones internos”.

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El bargueño más grande que dice haber fabricado Jiménez es uno de 1 metro de alto y 20 cm de largo, con 25 cajones. En el mueble se habría demorado en crearlo tres meses.

En cuanto al valor de estos finos muebles, refiere, todo depende del diseño, pues si tiene incrustaciones de hueso o piedra, la obra puede costar de $ 200 a $ 300; pero también existen bargueños que miden 10 cm por 10 cm y su costo puede alcanzar de $ 40 hasta $ 80, sostiene José Luis. (I)