Luego de seis años, un Tribunal de Garantías Penales de Chimborazo sentenció a cinco años de prisión a José T. como autor del delito de estafa. Además, tendrá que pagar $ 15.000 a la parte afectada y una multa de doce salarios básicos unificados ($ 5.520).
La investigación se inició en 2017, después de que Luis T. denunció ante la Fiscalía General del Estado (FGE) haber sido víctima de una estafa. José T. le vendió una gasolinera, que no era únicamente de su propiedad, inicialmente con un pago de $ 47.700.
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Junto con sus cuatro hermanos, José T. era copropietario de la gasolinera en cuestión, la cual se encontraba en un juicio por herencia y no podía ser vendida bajo ningún concepto. A pesar de ello, el sentenciado ofertó la estación de servicio y fue en el 2017 que recibió la suma de dinero como adelanto de los $ 230.000 que acordaron como precio final.
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Pasaron los días y José T. no contestaba las llamadas ni mensajes de la víctima y sus familiares. Por esa razón se presentaron ante las autoridades a realizar la denuncia.
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En la audiencia de juzgamiento, el fiscal del caso presentó las pruebas que demostraron la participación de José T. en el delito de estafa: se reconocía el lugar donde ocurrieron los hechos, los certificados y credenciales de identificación, los movimientos bancarios que realizó la víctima, entre otros.
Según lo especifica el Código Orgánico Integral Penal (COIP), se sancionará con cinco a siete años de cárcel a la persona que cometa el delito de estafa. (I)
