El fortalecimiento del sistema de seguridad social, la generación de empleo digno y sostenido, la estabilidad económica y fiscal del Estado y la protección de los derechos ciudadanos sin retrocesos institucionales, son algunos de los puntos que se debería tener en cuenta en caso de enmendarse la Constitución, una iniciativa que se viene planteando desde 2024 durante la campaña del presidente Daniel Noboa.
De cara al debate nacional sobre la posibilidad de convocar a una Asamblea Constituyente, una treintena de académicos de distintas instituciones del Ecuador participó este martes en en el Centro de Convenciones la Universidad Espíritu Santo (UEES), en un conversatorio, en donde se abordaron los retos sociales, políticos y económicos que enfrenta el país y la viabilidad de una reforma a la Constitución.
La principal conclusión de esta cita fue que el país necesita consensos reales que impulsen su desarrollo, más allá de una nueva Constitución. Durante este encuentro, los asistentes analizaron la viabilidad y las implicaciones tanto económicas como contractuales de iniciar un proceso constituyente, advirtiendo que este tipo de cambios estructurales deben surgir desde una necesidad profunda y no como una salida política coyuntural.
“Este ha sido un excelente ejercicio para conversar acerca del futuro que le espera al Ecuador con las reformas constitucionales o con una Asamblea… Antes de hablar sobre el cómo hay que definir para qué uno quiere cambiar la Constitución y debe ser solo si va a ayudarnos a que haya crecimiento económico, a la sacar a la gente de la pobreza, a poder combatir la inseguridad que son los problemas que realmente le afectan a la gente”, reflexionó Héctor Yépez, director de la Escuela de Gobierno de la UEES y vocero de este Think Thank denominado ¿Ecuador necesita una Constituyente?
Para algunos de los participantes de este encuentro, una Constituyente no sería tan factible, al menos por ahora; más bien lo que se debería hacer es una serie de reformas vía decreto ejecutivo a leyes puntuales. Explicaron que mover todo el aparato constitucional traería desgastes no solo económicos, sino sociales, ya que el proceso es largo y puede llevar a que los ciudadanos se confundan aún más con los fondos y formas de una nueva Constitución.
El rector de la Universidad Ecotec, Joaquín Hernández, tiene “la impresión de que el momento político no coincide con el momento jurídico del país” para realizar una Constituyente. Considera que las soluciones a las problemáticas que enfrenta el país se verán a mediano y largo plazo, en caso de darse una Constituyente.
Con el filósofo y doctor en materia legal, coincidió el economista, catedrático y político ecuatoriano Alberto Dahik, quien también hizo un llamado a construir “acuerdos nacionales transparentes”, enfocados en “el bienestar del pueblo, la seguridad social, el empleo y la recuperación económica”. Enfatizó en que el país atraviesa un momento complejo que requiere más diálogo que confrontación, destacando también la importancia de fortalecer el Estado de derecho y las instituciones ya existentes.
Trabajar por una Constitución para todos
Los participantes de este encuentro coincidieron en que el momento actual que vive el Ecuador exige responsabilidad de todos los actores políticos y sociales, pues no se trata de imponer ideologías ni proyectos personales, sino de sentarse a construir una ruta que permita seguir avanzando.
“Los ciudadanos en general y la Academia debemos tener un respaldo conjunto… No seamos espectadores del cambio y lideremos los procesos”, afirmó el abogado, catedrático y político, Henry Cucalón, quien señaló que hay que ser partícipes y propositivos en el caso de darse una Constituyente.
En ese sentido, el exasambleísta Vicente Taiano, quien también fue parte de este conversatorio, mencionó que es importante que se lleguen a acuerdos y que estos deben involucrar a todos los frentes políticos y sociales, y que el proceso debe ser inclusivo y con una visión de largo plazo, para evitar divisiones o juego de intereses y garantizar que los resultados beneficien a la mayoría de ecuatorianos.
La cita concluyó con un mensaje común: El país necesita sumar esfuerzos y generar compromisos reales que respondan a las urgencias del Ecuador y que fortalezcan la democracia. “Necesitamos madurez en el Ecuador para lograr consensos fundamentales en los temas de fondo del país… lo primero es tener la buena disposición de sentarse a conversar y cuidado repetimos lo de errores Montecristi, lo que necesitamos es virar la página de ese debate y pensar como ecuatorianos en el bienestar del país”, dijo Héctor Yépez, director de la Escuela de Gobierno de la UEES.