Esmeraldas
Un desfile etnocultural, a ritmo de marimba, se realizó por las calles de Esmeraldas en homenaje a los 204 años de independencia de la provincia de Esmeraldas.
Bailes como el andarele, caderona, caramba y otros fueron presentados por los alumnos de los planteles fiscales y uno particular que participaron en el desfile, que se inició a las 09:00 y culminó antes del mediodía de este lunes, 5 de agosto.
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Regata náutica y comida típica en Esmeraldas por las fiestas de independencia
Uno de los pedidos del Municipio de Esmeraldas a los establecimientos fue que los grupos participantes se enfocaran en lo etnoestudiantil y cultural.
El centro educativo Espíritu Santo Cimarrón participó con la danza y tradiciones de la nacionalidad chachi.
No participaron en la actividad doce establecimientos fiscomisionales como una “protesta pacífica” por la situación de necesidades básicas y obras pendientes en la provincia de Esmeraldas, manifestó en días pasados el obispo Antonio Crameri.
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La parada militar tampoco se presentó en Esmeraldas, pero sí estuvieron dos escuadras de Fuerzas Armadas en el desfile de Rioverde, norte de la provincia, donde también se rinde homenaje a la independencia del 5 de agosto.
Tampoco autoridades del Ejecutivo asistieron a las fiestas de Esmeraldas. El gobernador Javier Buitrón entregará dos acuerdos del presidente Daniel Noboa a los alcaldes de Esmeraldas, Vicko Villacís, y de Rioverde, Joffre Quintero.
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El alcalde Villacís anunciará en la sesión solemne la entrega de la primera planta remodelada del Municipio de Esmeraldas, que ha permanecido cerrada luego del terremoto y réplicas del 2016.
Para pasado el mediodía estaban previstas las sesiones solemnes en los dos cantones, Esmeraldas y Rioverde.
Las fiestas en estas dos localidades finalizan este lunes 5 con bailes públicos y presentaciones artísticas.
Una de ellas fue el concierto Viva Esmeraldas, que se presentó en el malecón de Las Palmas la noche del domingo 4.
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Fuerzas Armadas y la Policía recomendaron a los alcaldes de los dos cantones terminar las programaciones en público en horarios adecuados, por razones de seguridad. (I)
