Una marcha, pasado el mediodía, convocó a miles de personas en la ciudad de Ibarra, capital de la provincia de Imbabura, tras una caravana motorizada que recorrió la vía E-35.

Esa provincia se ha transformado en el epicentro de una protesta luego de una elevación en el precio del diésel, con varios cierres a lo largo de esa carretera que une Imbabura con el norte y centro del país.

En las calles de esa ciudad hubo presencia policial y militar, y en varios sectores se colocaron vallas metálicas, en tanto que negocios prefirieron cerrar su atención o atender con las puertas entreabiertas.

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Dirigentes indígenas mencionaron que era una movilización pacífica y cuestionaron al Gobierno de Daniel Noboa. Manifestaron que estaban organizados. Rechazaron que se los considere como “terroristas”.

Hubo carteles en rechazo a la instalación de una asamblea constituyente mientras unas personas hacían sonar cornetas. Varios protestantes portaban banderas multicolores y exhibían las de las comunidades a las que representaban.

A Ibarra llegaron delegaciones que previamente recorrieron en una caravana la carretera E-25 en vehículos. Cada comunidad se organizó para desplazarse en diferentes tipos de automotores y, al llegar a la ciudad, se colocaron en grupos para unirse a la manifestación.

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A pesar de que el cielo estaba parcialmente nublado, no faltaron las sombrillas o los gorros.

En la marcha también se mostraron carteles en los que se pedía la liberación de personas detenidas en las manifestaciones en contra del aumento al precio del diésel de $ 1,80 a $ 2,80 que fue decretado por el Gobierno en septiembre pasado.

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Esta manifestación se dio en el contexto del anuncio de un convoy humanitario que se desplaza desde Quito hacia la provincia de Imbabura. (I)