Cerca del mediodía del domingo pasado, Luzmila abordaba un carro desde la ciudad de Alausí con dirección a la parroquia Sevilla cuando una mujer llegó apurada a contarle que “un poco de tierra se había derrumbado del cerro Casual y que había tapado un pedazo de una pequeña vía que aún quedaba abierta al paso, porque la grande ya estaba partida”. “Ya en la noche, a eso de las nueve, fue el deslave. Ay, Diosito, está de llorar, tenía paisanos, medio parientes que han logrado salir, amigos que han muerto, otros están desaparecidos y otros conocidos que están sepultados, aún no avanzan a sacar a todos”, relata con tristeza Luzmila, de 66 años, al lamentar la tragedia que vive su cantón tras el derrumbe del cerro Casual la noche del 26 de marzo, una desgracia que hasta el momento deja 17 fallecidos, 37 heridos, 72 desaparecidos y 656 damnificados.