La búsqueda de un cupo dentro de las universidades e institutos tecnológicos del país hizo que 262.081 jóvenes postularan por primera, segunda y hasta por tercera ocasión para rendir el test Transformar, prueba ahora que se toma por última vez.

La prueba, a través de la cual los bachilleres obtienen un puntaje del cupo en establecimientos públicos de educación superior, se eliminó el pasado 14 de julio, y ahora la competencia del proceso de admisión pasará a las universidades desde el 2023. Así se estableció en el nuevo Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES).

Este Diario recogió las historias de cuatro jóvenes que una vez más tienen altas expectativas del resultado que puedan obtener para iniciar su formación universitaria.

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Génesis Guaquipana: obtuvo 860 puntos, pero no consiguió cupo para ninguna de las opciones

Jóvenes se presentaron a rendir la última prueba Transformar. Foto: Alfredo Cárdenas.

Génesis Guaquipana es del pueblo de Chandía, provincia de Bolívar. En ese lugar rindió el examen Transformar en 2020; sin embargo, no logró conseguir un cupo para la carrera de Derecho. Lo que llamó su atención fue que tampoco pudo acceder a ninguna de las siguientes opciones, pese a haber obtenido un puntaje de 860.

“Me sorprendió, porque incluso había compañeros que habían sacado menos puntaje que yo. Aplicaron a la misma carrera, y a ellos sí les dieron; a mí no”, aseveró la estudiante, de 21 años.

Esto no detuvo los sueños de Génesis, así que decidió viajar a Quito, a vivir en la casa de sus tíos y seguir un curso de preparación para este examen, con una duración de ocho meses. La otra opción que puso en el sistema fue Educación Parvularia, aunque su deseo es convertirse en una abogada.

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“Me gusta todo lo que es relacionado a los derechos. Quiero ayudar a personas que no tienen los recursos para poder defenderse; en mi comunidad hay muchos casos de estos”, añadió.

Ella no tiene computadora; por ello, se inscribió junto con 278 postulantes que acudieron a la Universidad Politécnica Salesiana (UPS) del sur para rendir el examen de manera presencial.

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Su hermana de 25 años tampoco logró conseguir un cupo en la carrera que quería; pero ella dejó de buscarlo: actualmente trabaja en un centro comercial.

Joyce Cedeño: La primera vez tuve los puntos, pero no alcancé cupo

Joyce Cedeño rindió la prueba Transformar por segunda ocasión. Ella aspira a ser estudiante de Psicología. Foto: El Universo

“Esta es la segunda vez que postulo al Transformar. En la primera prueba saqué 750 puntos, pero no alcancé el cupo para la universidad. Para esa vez di la prueba aún estando en el colegio. El 1 de abril recién me gradué y volví a hacer el trámite.

Me salió para dar la prueba en la Universidad de Guayaquil; vine temprano desde el Batallón del Suburbio. Esta vez no solo postulé para Psicología, sino también para Licenciatura en Idiomas y Pedagogía.

Desde que me gradué lo que hice fue buscar cosas que me enseñen cómo pasar la prueba con éxito. No quise ponerme a estudiar como tal, porque luego me iba a agobiar; lo que sí hice fue practicar para tener más rapidez a la hora de responder. Busqué simuladores, videos en TikTok que tenían links para leer libros de matemáticas o de lengua.

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En estos meses estuve buscando trabajo, porque también existe la posibilidad de que no saque un buen puntaje y pierda la oportunidad de entrar a la universidad. Pero no pierdo la esperanza. Yo le dije a mi familia que, si no paso la prueba, daré otra y otra. Yo lo que quiero es ser psicóloga; lo he querido desde que estaba en octavo de básica. Si me toca trabajar para pagarme los estudios en una universidad privada, lo haré”.

Ruth Campusano: Para dar mi tercera prueba hice el trámite desde el 2018

Guayaquil, septiembre 2 de 2022.- Bachilleres rinden prueba Transformar para acceder a un cupo en la Universidad. Ruth Campuzano Alonso. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

“Esta es la tercera vez que intento ingresar a una universidad pública; la primera vez fue hace seis años. Allí sí alcancé el cupo en la Universidad de Quevedo para la carrera de Contabilidad y Auditoría, pero después del primer semestre me tuve que retirar por problemas económicos.

Yo me mudé a Guayaquil y traté de homologar las materias, pero no se pudo, porque solo tenía primer semestre. Volví a hacer el proceso para en 2018 dar una segunda prueba para la misma carrera, pero ahora en la Universidad de Guayaquil. En esta segunda vez, yo saqué 690 puntos y no pude acceder a un cupo; a diferencia de la primera prueba, fue todo más difícil y diferente.

Como la nota no me dio, esperé para volver a postular. La cuestión fue que cuando traté nuevamente me salía que no podía y que tenía penalidades, porque contaba con un cupo en la Universidad de Quevedo. Fui a la Senescyt, fui a la universidad de allá y me dijeron que no se podía dar de baja el cupo que tenía.

Lo que hice fue escoger un caso en el que mi carrera ya no sea gratuita, para que se me habilite la cuenta para dar la prueba. Tuve que poner que ya gocé de mi primer cupo y que ahora el espacio al que aspiro ya no voy a gozar de gratuidad. Desde 2018 estuve haciendo todo el trámite, y recién se me agendó para dar el test. Si no llego a tener el cupo, igual haré el trámite en la universidad, porque yo sí quiero estudiar”.

Evelyn Sarango: viajó de Machala a Quito con el sueño de ingresar a Medicina en su tercer intento

Evelyn Sarango se presentó junto con 278 estudiantes más a rendir la última prueba Transformar. Foto: Alfredo Cárdenas.

Evelyn Sarango tampoco tiene computadora. Ella también acudió a este centro universitario para rendir el examen en las aulas. La diferencia es que esta vez fue su tercer intento. La chica, de 20 años, nacida en Machala, provincia de El Oro, viajó hace poco junto con su familia a Quito, en donde continuará en el intento por conseguir un cupo en Medicina.

En las anteriores pruebas no consiguió el puntaje necesario para conseguir un cupo. En el primer examen obtuvo una calificación de 765, y en la segunda evaluación tuvo 800.

Su segunda opción en las carreras a estudiar era Ingeniería Ambiental, pero no es lo que ella ha soñado. Nadie en su familia fue doctor, y esa fue la motivación principal para continuar en búsqueda de un cupo universitario. Si no lo logra esta vez, esperará para volver a postular sin el examen Transformar. (I)