Los chats de la publicista Mayra Salazar, expareja sentimental del asesinado narcotraficante Leandro Norero, no solo revelaron las vinculaciones del crimen organizado con los operadores de las cortes de justicia, o de algunos políticos con el narcotráfico. También permitieron descubrir hechos relevantes en el entramado de la corrupción hospitalaria en el país.