El 29 de agosto se dio un acto sin precedentes en Ecuador. Una mujer fue condenada a tres años de prisión por el asesinato de Spayk, un perro de raza husky siberiano, que murió al ser ahorcado con una soga, en un terreno ubicado en el sur de Quito.

El caso fue determinado por una jueza en primera instancia, pero podría pasar a una apelación y ser tratado por la Corte Provincial, mientras tanto se mantiene con un recurso de suspensión, que está en el derecho de la defensa de la persona sentenciada, pero que no interfiere en la decisión tomada, según especialistas.

Condenan a tres años de prisión a mujer implicada en asesinato de perro Spayk, en Quito

Marianella Irigoyen, abogada del caso Spayk y coordinadora de la Organización Animal Libre Ecuador, fue quien lideró este proceso judicial que consiguió este veredicto único en la historia del país. Ella atendió a una entrevista con este Diario para explicar la importancia de este avance para el derecho ambiental y animal.

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Es la primera vez que existe una sentencia para una persona que ha matado a un animal. ¿A partir de ahora se genera un precedente a nivel nacional o esto tiene una relevancia incluso a nivel de la región?

Sí, es una sentencia histórica. Primero a nivel nacional, porque es la primera vez que tenemos una sentencia a la que se aplica un agravante, es decir, por el agravante de ensañamiento por haber asesinado a un animal de compañía. Y es jurisprudencia para otros países de Latinoamérica e incluso del mundo, yo puse en el alegato final, jurisprudencia de nuestros hermanos mexicanos que también han tenido sentencias ejemplificadoras en casos de animales de compañía.

Es decir, ¿aquí en la región solo se había visto antes en México y ahora en Ecuador o hay otros países que también han tenido este tipo de sentencias?

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Bueno, en Argentina se lucha mucho, ahora se está luchando por la ley sintiente, que es demostrar esa sintiencia que nosotros lo logramos demostrar en la sentencia del caso Spayk, que los animales son sujetos de derecho porque no son cosas, son seres vivos que gozan de sintiencia (capacidad de sentir una variedad de emociones y sentimientos). Es decir, no se lo puede comparar con una silla, con una lámpara, como está estipulado en nuestro Código Civil.

Esto genera también un precedente para que muchas personas que antes abusaban de los animales sepan que pueden ir a cárcel...

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Exactamente. También recordar que, en temas de derecho ambiental, Ecuador es un país ejemplo para el mundo. En el 2008, Ecuador reconoce como sujeto de derecho al ambiente, es la primera Constitución en todo el mundo que reconoce esta jerarquía al ambiente. Y se extiende obviamente el ambiente a los derechos de los animales. Un año después lo hizo Bolivia y son dos constituciones muy estudiadas, reconocidas, muy investigadas, analizadas en todo el mundo. Somos un ejemplo para el mundo en temas de derecho ambiental, pero como siempre lo digo, casa adentro la situación es diferente.

¿Cómo es casa adentro?, ¿qué tan difícil es manejar legalmente temas ambientales?

Yo me considero ecofeminista. Hago una comparación del ambiente también con la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres. En ambos campos, hay una situación particular que yo lo he discutido mucho, o yo lo pongo sobre la mesa, son dos aspectos con mucho por luchar todavía.

Con ese argumento, ¿es difícil litigar acá en cuanto al ambiente?

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Las personas, o mis colegas abogados y abogadas que van a defender estos temas, tanto derecho ambiental como derecho animal, deben ser no solo preparados en el ámbito penal, como el procesal penal, sino tener perspectiva ambiental, perspectiva animal, o perspectiva de género, que es un campo que yo también litigo y que no es fácil. Cualquier abogado, peor, entiende o tiene la lógica de que un animal sea sujeto de derecho, y eso lo he discutido, que no comprenden cómo se puede entrelazar un animal como sujeto de derecho.

‘La persona que asesina a animales lo puede hacer con un niño y luego con una persona adulta’: lo que revela el caso de Spayk, un perro asesinado en Quito

¿Spayk ha marcado más que un precedente?

Aparte de que logramos una pena privativa de libertad, logramos la máxima pena, que son los tres años, y logré demostrar el ensañamiento con varias especificaciones. Una de ellas que me gustaría compartir: expliqué según la RAE (Real Academia de la Lengua) lo que es ensañamiento, que es esta muerte inhumana, cruel e innecesaria. Es justo esa palabra la que utiliza el artículo que habla como agravante en el COIP. Y después yo he visto a algunos colegas suyos que se han burlado, digo periodistas, que se han burlado en decir la palabra asesinato, porque parece que es una exageración para aplicarlo a los animales. Yo quiero ser muy enfática en esto y tratar un tema con seriedad. La RAE también hace un acompañamiento a los derechos de los animales, y dice que el verbo asesinar es aplicado para seres humanos. Solo se aplicará a animales si la muerte del animal es con ensañamiento.

Entonces, asesinato es justamente la palabra exacta.

Exactamente, entonces bajo esos parámetros yo pude exponer en el alegato final frente a la jueza Yolanda Portilla Ruiz que lo exacto en el caso Spayk, es decir, Spayk fue asesinado por B. C. el día 17 de noviembre de 2022 y lo pudimos demostrar con base en varias pruebas que pudimos practicar el día de la audiencia.

¿Qué más se tiene que ganar en el campo ambiental, en el campo de los animales que todavía no se ha ganado?

Bueno, el campo ambiental es gigante, imagínese, tuvimos esta gran victoria del Yasuní, el Chocó Andino en la consulta popular, en la protección de la fauna, flora, agua, cambio climático que no se entiende y las autoridades no logran entrelazarlo para poder tener acciones concretas. Digamos, es una victoria grande, pero es algo pequeño en la cantidad de cosas que tenemos que hacer por la defensa de los derechos de los animales y del ambiente, pero sí es una sentencia ejemplificadora para que todas las personas que se les cruce por la cabeza ocasionar alguna agresión, alguna maldad, alguna violencia sobre los animales, van a ir presos (…) Y siempre el maltrato animal es una alerta porque se puede también cometer el siguiente paso, un delito contra un ser humano. En el caso de esta persona, asesina de Spayk, ella no es la primera vez que mata a perros en su barrio, y son perros familiares. Son perros que pertenecían a alguna familia de sus vecinos. Entonces, yo también lo dije en el alegato final, que ella se convirtió en una asesina serial de animales de compañía en su barrio para demostrar el poder que ella tiene sobre sus vecinos y que le teman.

¿Y la mujer explicó el porqué de este acto cometido?

No, una persona con psicopatía ya no puede explicar el porqué del comportamiento, pero son personas violentas, que es un riesgo para la sociedad. Entre una de las medidas reparatorias es justamente atención psicológica para esta persona. Debemos prestar especial atención a las personas que hacen este tipo de cosas, no solo tener los miedos, sino que denunciarlas, presentar una denuncia seria, informal o querella, e ir ante las autoridades. También hacer un llamado a las autoridades municipales, son ellas las que tienen la competencia entera sobre la fauna urbana, como define la normativa ambiental.

Finalmente, ¿ustedes han tenido amenazas, tal vez, por haber llevado el caso Spayk?

No. Yo puse como una ciudadana esta querella, como activista, como abogada, pero no tengo contacto con las personas del barrio San Carlos del Sur. Pero lo que sí supo decirme la familia Sangucho, que es la familia de Spayk, y algunos testigos que viven en el barrio, es que ellos sí recibieron amenazas por parte de esta familia, de la señora, que por culpa de ellos iba a ir presa. Pero la verdad no es por culpa de ningún testigo, de ninguna prueba, sino del hecho o del acto delictivo que ella hizo sobre Spayk, que no era la primera vez, sino la sexta vez que mataba a un animal de compañía en el barrio donde ella habita y ha causado un gran terror.

El jueves 7 de septiembre la jueza que conoció el caso negó el recurso de suspensión interpuesto por la defensa jurídica de la mujer sentenciada. Con esto, se prevé que el siguiente paso será un juicio en segunda instancia, en la Corte Provincial de Pichincha. (I)