En 2015, Alfredo Espinoza, actual arbozispo de Quito, quien a la época era presidente de la Comisión de Educación de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), dio la bienvenida al papa Francisco en el estadio de la Universidad Católica, en el norte de la capital, en un encuentro que tuvo el santo padre en su visita al Ecuador con el sector educativo.

Hace diez años, entre el 5 y 8 de julio de 2015 estuvo en territorio nacional.

El pontífice, de 88 años, falleció la mañana de este lunes 21 de abril de 2025, informó el Vaticano.

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Multitudes lo acompañaron en Quito y Guayaquil. En la capital ecuatoriana, el papa realizó una misa en el parque Bicentenario, donde era el antiguo aeropuerto.

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Uno de los actos masivos en Guayaquil fue en el templete en el parque Samanes de Guayaquil. Allí ofició una eucaristía ante cientos de miles de fieles católicos que se apostaron en la explanada desde la víspera.

“Che, no te guardaste nada, lo dijiste todo”, fue el comentario que le hizo Francisco a Espinoza tras el discurso de este último, porque -contó- era un momento difícil que atravesaba la Iglesia del Ecuador por disposiciones del Gobierno relativo a la educación católica.

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Destacó que les mencionó a los padres de familia que tenían el derecho de educar a sus hijos en la educación que querían darles, sin quitarles ese derecho.

La visita de hace diez años para Espinoza marcó a la Iglesia ecuatoriana, pues mencionó que le otorgó alegría, optimismo y le señaló un camino.

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A su memoria vino el mensaje que dio el papa Francisco en El Quinche cuando sostuvo que había estado pensando en el porqué de la fe del pueblo, de pedir bendiciones, y señaló que Ecuador era el país consagrado al Corazón de Jesús, lo que hacía que los ecuatorianos sean diferentes.

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Además, al reto que les dio a los sacerdotes para la celebración del Congreso Eucarístico que se conmemoró en Ecuador en 2024 por los 150 años del Sagrado Corazón de Jesús.

El sacerdote, a pesar de tener un sentimiento de pena y de haber llorado por la muerte de Francisco, agradeció a Dios por la vida que tuvo y por la misión que cumplió en la Iglesia.

Espinoza, actual monseñor y quien es además vicepresidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, recordó además la cercanía que creaba el pontífice.

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En una ocasión le ayudó a acomodarse su vestimenta que era una leva y un saco, después de la celebración conjunta de una misa en 2017 en Colombia tras sacarse unos ornamentos. “Un hombre muy cercano, un hombre bromista”, rememoró.

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Cuando le entregó el palio arzobispal en Roma en 2019, que está confeccionado con lana de oveja virgen que tiene tres cruces lo que representa que son pastores, le dijo en su léxico natural: “Dedicáte a los jóvenes, dedicáte a los niños, no te olvidés de don Bosco, ese es tu trabajo, esa es tu misión”. Para Espinoza le hizo referencia a su formación salesiana.

David de la Torre, quien era el vocero de la visita papal al Ecuador en 2015, evocó que lo que le llamó más la atención fue una conexión con el pueblo ecuatoriano, porque había estado antes en territorio nacional y además fue el primer papa de Latinoamérica.

Esto porque Jorge Bergoglio, antes de ser la máxima autoridad de la Iiglesia mundial y pasar a llamarse Francisco, era provincial de los jesuitas y estuvo en varias ocasiones en el país, conocía de cerca la idiosincrasia del ecuatoriano, su religiosidad, y lugares como Quito y Guayaquil.

Uno de los discursos en Ecuador fue a los jóvenes sacerdotes, religiosos y religiosas, a quienes les pidió que no se olviden de sus orígenes por su apego al pueblo, a la cultura y De la Torre rememoró esa frase para el actual mundo globalizado.

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Considera que la visita papal marcó al Ecuador en tres aspectos: la importancia de los más pobres y que la Iglesia no se olvide de ellos, la preocupación por la naturaleza, y la importancia de la familia y la cercanía que debe haber.

“Había esta conexión bonita con el papa, su mirada, su ternura, fue una experiencia muy hermosa para mí, cinco años después me nombró obispo auxiliar de Quito”, indicó.

Los encuentros siguieron dado que en 2023, De la Torre estuvo durante un mes en el Sínodo de los Obispos, en donde ratificó esa cercanía y la bondad de Francisco, quien estuvo al frente de la Iglesia por doce años. (I)